Los Premios Princesa de Asturias reconocieron este miércoles el “referente cívico” del artista español y cantautor universal Joan Manuel Serrat y autor de canciones como “Mediterráneo” o “Penélope”, al distinguirle con galardón en la categoría de las Artes de este 2024.

Serrat (Barcelona, 1943), con más de 50 años de carrera a sus espaldas, ha grabado más de 500 canciones, más de 40 discos y ha puesto música a los versos de los poetas más grandes en español, como Antonio Machado, Miguel Hernández, Neruda, Benedetti, Alberti, Lorca o León Felipe.

El jurado de los galardones resaltó de Serrat, cuya candidatura fue propuesta por el ex secretario general del sindicato Comisiones Obreras Antonio Gutiérrez, que se trata de un “referente cívico”, defensor del diálogo frente a la crispación y un exponente de su irrenunciable vocación de tender puentes entre países y generaciones.

Autor de éxitos como “Mediterráneo”, “Penélope”, “Palabras de amor” o “Cada loco con su tema”, Serrat anunció con 77 años su retirada de los escenarios en 2021 con la gira “El vicio de cantar 1965-2022”, que cerró con una memorable actuación en el Palau San Jordi de Barcelona el 23 de diciembre de 2022.

Nacido en Barcelona el 27 de diciembre de 1943 -se autodefine como un “latinoamericano de Barcelona”-, es Licenciado en Ingeniería Técnica Agrícola y comenzó a tener mayor contacto con el mundo de la música en su etapa universitaria.

En 1964 se presentó en el programa de Radio Barcelona “Radioscope” para jóvenes talentos, y pudo grabar su primer disco sencillo con la pequeña discográfica Edigsa, “Una guitarra” (1965), con cuatro canciones, incluida “Ella em deixa”, su primera composición.

Ese mismo año entró en el grupo Els setze jutges (Los dieciséis jueces), que defendía su derecho a cantar en catalán, entonces prohibido por la dictadura franquista (1939-1975).

Pronto se convirtió en uno de los pioneros de la Nova Cançó catalana, movimiento artístico que impulsó la música cantada en catalán con espíritu reivindicativo en plena dictadura franquista, pero fue 1967 cuando obtuvo bastante reconocimiento con su disco ‘Ara que tinc vint anys’.

En 1968 fue elegido para representar a España en el Festival de Eurovisión con “La, la, la”, tema ganador, pero con Massiel, ya que Serrat rechazó la oferta en medio de una gran polémica al no dejarle cantar en catalán.

Aquel desplante le valió ser vetado en Televisión Española hasta 1974, cuando volvió a actuar, en castellano, y obtuvo su primer disco de oro.

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Así ha sido la fructífera carrera de Joan Manuel Serrat

Editó su primer LP en castellano en 1969, “La paloma”, y ganó el Festival Mundial de la Canción de Río de Janeiro con su inolvidable “Penélope”.

Cuando publicó “Mediterráneo”, en 1971, ya se había convertido en símbolo de la libertad en España e Iberoamérica.

En 1975, a raíz de unas declaraciones desde México condenando los últimos fusilamientos franquistas, permaneció exiliado en Latinoamérica y algunos de sus discos fueron retirados y se prohibió la radiodifusión de todas sus canciones e incluso se dictó una orden de busca contra él.

Muerto el dictador Francisco Franco regresó a España en 1976 y ya en democracia publicó “El tránsito” y “Cada loco con su tema” e hizo una gira por Latinoamérica, excepto por Chile, donde seguía censurado por la dictadura de Augusto Pinochet.

El artista, que superó en 2004 un cáncer de vejiga y ha sufrido otros dos de pulmón, formó un exitoso cuarteto con Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos y también abordó a dúo con su amigo Joaquín Sabina la gira “Dos pájaros de un tiro”, con quien también publicó el disco ‘La orquesta del Titanic’.

Serrat, que celebró sus 50 años sobre los escenarios con “Antología desordenada” (2014), dedicó en 2019 un especial homenaje a Antonio Machado en el 80 aniversario de su muerte, y en 2020 a Mario Benedetti en el centenario de su nacimiento.

Su adiós estuvo acompañado de múltiples galardones: el Consejo de Ministros le otorgó la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y obtuvo la Medalla de Honor de la SGAE.

Doctor honoris causa por varias universidades españolas y latinoamericanas, posee, además numerosos premios: Medalla de Oro en las Bellas Artes y al Mérito en el Trabajo, un Grammy Latino honorífico, el Premio Nacional de Músicas Actuales y un Galardón Honorífico de los Premios de la Música.

Serrat había sido propuesto en multitud de ocasiones para el Premio Princesa de Asturias de las Artes, galardón que el pasado año recayó en la actriz estadounidense Meryl Streep.

Serrat, el músico que conquistó España y Latinoamérica desde el Mediterráneo

Joan Manuel Serrat, figura indiscutible de la canción española, hoy galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, ha conquistado también al público latinoamericano a lo largo de su carrera, con composiciones como ‘Mediterráneo’, considerada una de las mejores canciones en español de todos los tiempos.

Nació en Barcelona el 23 de diciembre de 1943 y tras cursar la enseñanza primaria y el bachillerato, se diplomó en 1966 en la Escuela de Peritos Agrícolas con Premio Extraordinario.

Durante esos años formó un grupo musical con tres compañeros y en 1964 se presentó en un programa de radio en Barcelona, lo que le permitió grabar, en 1965, su primer disco, ‘Una guitarra’, con cuatro canciones.

Pronto se convirtió en uno de los representantes de la llamada Nova Cançó (nueva canción) catalana, pero no fue hasta 1967 cuando obtuvo gran reconocimiento, gracias a su primer LP ‘Ara que tinc vint anys’.

En 1968, por primera vez, una canción suya, ‘Cançó de Matinada’ se colocó en el número 1 de las listas de España.

Ese mismo año Serrat fue elegido para representar a España en el Festival de Eurovisión, con el tema ‘La, la, la’, que él pidió cantar en catalán, a lo que la televisión pública se negó, por lo que finalmente fue interpretada por Massiel, que ganó el certamen. Aquel desplante le valió ser vetado en la cadena pública hasta 1974.

Pese a las críticas recibidas, empezó a cantar en castellano y en 1969 editó su primer LP en español, ‘La paloma’, y ganó el Festival Mundial de la Canción de Río de Janeiro con ‘Penélope’.

En esa época protagonizó tres películas: ‘Palabras de amor’ (1968), dirigida por Antoni Ribas; ‘La larga agonía de los peces fuera del agua’ (1969), de Francisco Rovira Beleta; y ‘Mi profesora particular’ (1972), de Jaime Camino.

En 1971 apareció ‘Mediterráneo’, su disco más emblemático. Ya se había convertido en símbolo de la libertad, tanto en España como Iberoamérica y, a pesar de que tenía a la censura en su contra, el álbum ocupó un año la lista de los diez discos más vendidos de España.

En 1975, unas declaraciones suyas desde México, condenando públicamente los fusilamientos de cinco militantes antifranquistas, le llevaron a permanecer exiliado en Iberoamérica y se prohibió la radiodifusión de sus discos. Regresó a España en agosto de 1976 tras la muerte de Francisco Franco.

En 1983 llegó ‘Cada loco con su tema’ e hizo una gira por Latinoamérica, excepto por Chile, donde se negaba a actuar por la dictadura de Augusto Pinochet,

Serrat puso música a grandes poetas como Antonio Machado, Miguel Hernández o León Felipe. Y en los noventa formó un exitoso cuarteto con Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos, con los que hizo la gira ‘El gusto es nuestro’, con la que recorrió España y América y de la que se editó un disco.

En 1998 publicó ‘Sombras de la china’, al que siguieron ‘Cansiones'(2000), ‘Versos en la boca’ (2002) y ‘Serrat Sinfónico’ (2003), que llevó de gira por España y América.

En 2007 abordó a dúo con su gran amigo Joaquín Sabina la gira ‘Dos pájaros de un tiro’, con 72 conciertos por España y Latinoamérica y en 2010 publicó ‘Hijo de la luz y de la sombra’, dedicado a Miguel Hernández en el año del centenario del genial poeta, y que fue disco platino en España.

En 2012, él y Sabina sacaron en EEUU ‘La orquesta del Titanic’, un disco de estudio que cuenta con once temas nuevos compuestos al alimón.

Celebró sus 50 años sobre los escenarios con un cuádruple CD titulado ‘Antología Desordenada’ (2014), una selección de 50 de los 600 temas de su cancionero, y una extensa gira que arrancó a comienzos de 2015.

Las canciones fueron regrabadas con la colaboración de artistas como Rubén Blades, Alejandro Sanz, Joaquin Sabina, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Estopa, Miguel Poveda, Lolita, Ana Belén o Miguel Ríos.

A finales de 2021, anunció su retirada de los escenarios con una última gira en 2022, ‘El vicio de cantar 1965-2022’, que le llevó por escenarios de toda América y España y cerró su carrera el 23 de diciembre de 2022 en Barcelona.

Posee, entre otros reconocimientos, el Premio de las ‘Músicas Actuales’ del Ministerio español de Cultura (2009), la Medalla de Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa (2007); la Medalla Honorífica del Parlamento de Cataluña (2007), la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (1994) y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2006). 

Serrat, cercano y universal

Joan Manuel Serrat, el poeta que cantó al Mediterráneo, cruzó el Atlántico y enamoró a América, es autor de un puñado de canciones que forman parte de la memoria colectiva de millones de personas que hicieron de esos temas la banda sonora de su vida.

Hace año y medio que se despidió de los escenarios, pero sigue teniendo una relación muy cercana con los amantes de su música, una intimidad que no le impide ser universal, probablemente el más universal de los cantantes melódicos catalanes.

Su público ya no le ve en los escenarios pero, como él mismo dice, “me he retirado de los escenarios, no de vivir”, y tiene una apretada agenda, principalmente dedicada a recoger premios, que le han llegado en avalancha en los últimos tiempos.

“Ser profundamente provinciano es la única manera que tiene un hombre de convertirse en internacional”, dijo en una ocasión este cantautor, que se definía a sí mimo como “un latinoamericano de Barcelona” y que nunca renunció a sus orígenes humildes en el barcelonés barrio del Poble Sec.

En la casa donde nació una placa conmemorativa recuerda el acontecimiento y los vecinos del barrio se sienten muy orgullos del “noi del Poble Sec”, que empezó tocando en casa de sus padres con guitarras que le prestaban, hasta que un día su padre le regaló una.

“Recuerdo a mi padre con su traje de faena azul marino subiendo la calle, volviendo a casa al mediodía con la maleta de herramientas en una mano y en la otra una bolsa de papel de la que asomaba el clavijero de aquella guitarra que aún conservo”, recordaba el artista en su autobiografía ‘Algo personal’ (2008).

Una guitarra con la que fue a los estudios de Radio Barcelona a cantar sus primeras canciones porque un amigo le dijo que el periodista Salvador Escamilla tenía un programa donde presentaba a gente nueva.

“Sirves para esto, te lo digo yo. Piensa en el éxito, la pasta, la esperanza de una vida sexual más satisfactoria”, le dijo su compañero en la mili Jordi Romeva, “que utilizaba argumentos sólidos y alentadores”, según Serrat, que cantó su amor por las mujeres durante toda la vida.

En ese programa empezó todo. Sus canciones gustaron y enseguida pasó a forma parte de “Els Setze Jutges”, el grupo que impulsó la Nova Cançó y trabajó para normalizar el uso del catalán en la música, cuando todavía estaba vivo el dictador Francisco Franco.

En catalán, Serrat le cantó a la ‘tieta’ (tía), a sus veinte años, a la madrugada y a las palabras de amor, y sus primeras canciones en castellano vinieron poco después con el álbum ‘La Paloma’.

Una decisión que algunos entendieron como una traición a la lucha por recuperar la lengua catalana que Franco había enterrado bajo años de opresión.

Pero Serrat amaba su lengua materna, como demostró cuando intentó llevarla a Eurovisión en 1968. Le propuso al entonces director de TVE Juan José Rosón cantar en catalán en el popular festival, y cuando éste le contestó “¿usted qué quiere ser, un artista internacional o un artista provinciano?”, aplicó su máxima de provinciano universal y se negó a representar a España.

Después criticó los fusilamientos del régimen franquista y tuvo que abandonar su amado Mediterráneo para exiliarse en México, donde siguió cantando al amor y a aquellas pequeñas cosas.

Como él mismo recuerda en el libro ‘Algo personal’, mientras en España sus discos “se quemaban en la calle con un resucitado acto de fe, México me abrió las puertas de su casa y su corazón”. Allí empezó una larga historia de amor entre Latinoamérica y Serrat que duró toda la vida.

Con un pie a cada lado del Atlántico, Serrat ha tenido una larga y fructífera carrera durante la que ha grabado más de 500 canciones y más de 40 discos, ha participado en cinco películas, ha sido reconocido con el Grammy Latino honorífico y ha recibido el Premio Nacional de Músicas Actuales y la Orden del Águila Azteca, entre otros muchos premios.

El número de conciertos que ha ofrecido y de kilómetros que ha recorrido en sus giras es incontable, como también lo es, y probablemente mucho más importante para él, la cantidad de gente que ha llorado con sus canciones o que se ha emocionado con sus poemas y la cantidad de parejas que se han enamorado bajo el influjo de su música. Un legado inmaterial que perdurará. 

Con información de EFE

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