Elemento vital de la historia, cultura, economía e identidad de Tailandia y su capital, el río Chao Phraya mantiene un espíritu noble que fluye por las entrañas de Four Seasons Hotel Bangkok. La propiedad se encuentra perfectamente integrada a la naturaleza que flanquea el importante torrente, prestando una tranquilidad inusitada en medio de la bulliciosa ciudad.
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Esta serenidad se percibe tan pronto como uno se sumerge en sus diferentes espacios y piscinas infinitas frente al “río de los reyes”, pero es en su Urban Wellness Center donde adquiere un significado aún más valioso. Son más de 2,500 metros cuadrados alrededor de un jardín con palmeras, los que se han reservado al autocuidado y la conexión social activa.
En esa superficie se proporcionan tratamientos de spa que reúnen la tradición con la vanguardia; también se desarrollan prácticas espirituales y entrenamientos físicos de élite adaptados a necesidades específicas de cada visitante.
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El amplio menú del spa ofrece mucho más que mimos. Desde devolverle a la piel su lozanía, restablecer la energía del cuerpo, reducir la ansiedad y el insomnio, hasta tratar las lesiones deportivas, las terapias firmadas por Four Seasons Hotel Bangkok son testimonio de la magia que se produce cuando las mejores manos curativas de la ciudad trabajan con productos altamente nutritivos.
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Muestra de ello es el galardonado tratamiento facial Luk Pra Kob, con pindas herbales y fórmulas curativas que han sido transmitidas por una familia de sanadores de una aldea ubicada al sur de Tailandia. En éste se combina una secuencia de movimientos personalizados que favorecen la firmeza de la piel.
El masaje es un arte curativo que ha perdurado a lo largo del tiempo, manteniendo intactos muchos de sus principios empíricos. Esta práctica ancestral, considerada sagrada para los pueblos locales, ha sido incorporada en las experiencias Thai Touch, exclusivas del hotel.
Uno de estos tratamientos comienza con un baño de pies con base de bergamota, jengibre, cúrcuma, hierba de limón y lima para suavizar la piel, abrir los poros y estimular la circulación. Mientras aplica la mascarilla y exfoliante de lima makrut y cúrcuma de Sudtana para promover una res[1]puesta antiinflamatoria, el terapeuta realiza un masaje con puntos de presión en la cabeza, el cuello y la cara, seguido de una reflexología podal tradicional tailandesa.
ACENTO HOLÍSTICO
Entre la amplia oferta de tratamientos corporales, muchos utilizan productos orgánicos cuidadosamente seleccionados, y procurando que las pequeñas granjas y comunidades de todo el país donde éstos se cultivan se vean beneficiadas; otros emplean productos dermatológicos desarrollados en Bangkok, premiados en el mundo.
El spa ofrece una lujosa suite con baño privado y jardín interior, junto con ocho salas de tratamiento adicionales. Además, cuenta con un área de consulta, salones de relajación y una boutique de bienestar aledaña a la barbería Gentleman’s Tonic y al salón A Sense of Beauty.
El enfoque del Urban Wellness Center va más allá de la estética: abarca la expansión de la mente a través de la espiritualidad y la atención plena, al igual que el movimiento. Los estudios de yoga diseñados por Jean-Michel Gathy, el avanzado gimnasio, la piscina de entrenamiento, el ring de Muay Thai (con medidas para campeonatos profesionales) y una gran variedad de actividades esperan sin importar cómo decidan moverse los huéspedes.
El centro cuenta con un equipo de instructores, entrenadores, yoguis y terapeutas dedicados a brindar asesorías personalizadas para alcanzar los objetivos deseados, ya sea cambiar de estilo de vida, comenzar un viaje de acondicionamiento físico o encaminarse al disfrute pleno del entorno privilegiado por el río Chao Phraya.
SENSACIONES EXPANSIVAS
Bangkok está conquistando al mundo con su gran herencia cultural e intenso dinamismo. En ella confluyen, cada vez más, expresiones creativas de toda índole. Dicha energía ha sido destilada por Four Seasons con diligencia y se hace notar, por ejemplo, en un abanico de conceptos gastronómicos que crean puentes deliciosos entre Francia, Italia, Argentina y China.
En el restaurante contemporáneo Yu Ting Yuan, que fue galardonado con una estrella Michelin, se puede admirar la maestría con la cual se alistan deliciosos platos cantoneses a través de su cocina abierta. La ambientación de este sitio es fascinante.
El servicio a la habitación es igualmente destacado. En las suites con terrazas es posible disfrutar de propuestas que se encuentran al mismo nivel de los mejores restaurantes tailandeses de la ciudad y, al mismo tiempo, admirar la exuberancia del paisaje rivereño: aquel que nutre el ánimo de aventurarse a descubrir los secretos de “La Venecia de Asia”.
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