Jessica Ponce de León ha alcanzado varios hitos en su carrera. Ha sido la primera mujer en ocupar dos puestos por primera vez: directora de sostenibilidad en Femsa, desde mayo de este año, y la CEO de Solistica, división enfocada en logística, a partir de 2022. Su último encargo la convierte en la primera ejecutiva dentro del primer cuadro directivo de la compañía mexicana.

“Ser la primera mujer en ocupar estos dos puestos es más que un logro personal, es un compromiso y una oportunidad para hacer una diferencia significativa en la organización y en la sociedad en general. Es un privilegio y una responsabilidad, pues me da la oportunidad de usar mi posición para servir y ayudar a otros, algo que siempre ha sido uno de mis propósitos de vida”, dice.

Ponce, originaria de la Ciudad de México y la mayor de tres hermanos, tiene más de 25 años de experiencia, tanto en la industria de logística como en productos de consumo.

Su paso por Femsa se divide en dos etapas: inició en 1999 cuando recién se graduaba como Ingeniera Industrial y de Sistemas, y durante 11 años trabajó en la empresa; posteriormente salió para después volver en 2012 y una década más tarde se convertiría en la CEO de Solistica, antes Femsa Logística, y en 2023 como directora de sostenibilidad de la compañía.

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Además, apunta que dentro de la empresa se lanza un mensaje de que “se puede, que sí, evidentemente como mujeres cuesta más trabajo balancear siempre tu vida profesional con tu vida personal, pero creo que cada vez es más fácil”, agrega.

Jessica Ponce de León. Foto: ©Lizeth Arauz / XquendaFoto para Forbes México

Llegar ahí le costó disciplina, preparación y alzar la mano. “Algo que nos falta a las mujeres en general es decir: aquí estoy. Somos siempre muy orientadas a hacer lo que se nos pide y lo hacemos perfecto, pero a diferencia de los hombres, nos cuesta trabajo decir “véanme””.

Foto: ©Lizeth Arauz / XquendaFoto para Forbes México

Sin embargo, no solo es necesario alzar la manos para ser visibles, sino también para pedir ayuda. “Esa es una de las claves: entender que dirigimos equipos, que somos personas y que no tenemos que saber todo”, comenta.

Ponce define a una mujer poderosa como alguien que es segura de sí misma, que sabe lo que quiere, que sabe hacia dónde va y el por qué quiere estar ahí. Pero reconoce que todavía hay muchas brechas por cerrar, para lograrlo considera que la clave está en crear mejores condiciones y dar oportunidades algo que, aunque le toca a todos, considera que principalmente a las mujeres que cuentan con los privilegios y están en ciertas posiciones, como la de ella.

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“Sin lugar a duda esto lo he construido alzando la mano y creyendo en mí misma, lo que me ha permitido avanzar en mi carrera profesional y contribuir al desarrollo de personas en las organizaciones que he liderado. Hacer esto implica estar lista para aceptar desafíos, salir de tu zona de confort y aprender cosas nuevas”.

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