Por Máximo Santos Miranda* Cuando uno piensa en robótica u automatización en los procesos por lo general imagina que esto se centra casi en exclusiva en el sector industrial y que su incidencia en otro tipo de sectores es casi nula o testimonial. Sin embargo, la robótica y la mecanización avanzan en muchos más ámbitos y es el campo administrativo uno de los que más se van a ver afectados en los próximos años por la automatización de procesos. En estos momentos el negocio de los robots administrativos está creciendo a ritmos del 60% y se estima, según datos de la consultora tecnológica TIC Setesca, que, por ejemplo, en el caso de España en un plazo de unos 15 años entre el 30 y el 40 % de los trabajos administrativos actuales podrían ser sustituidos de forma rentable por un robot. Es, por tanto, el área de las tareas administrativas uno de los que presenta un ritmo de automatización más acelerado en estos momentos. Así, mientras que los robots industriales están creciendo, y según datos de TIC Setesca, a ritmos inferiores al 30% en el último año en el caso español, el número de soluciones de robotización aplicadas a puestos administrativos está aumentando en el mismo periodo en cifras cercanas al 60%. A día de hoy las soluciones robóticas de procesos o robots administrativos mueven a nivel europeo un negocio que se eleva a los 700 millones de dólares y todas las previsiones apuntan a que en el año 2025 esta cifra ascenderá a los 6.000 millones de dólares. Las empresas con el objeto de proporcionar soluciones cada vez más eficientes a las necesidades de sus clientes se han embarcado en una carrera acelerada por transferir el mayor número de actividades transaccionales o burocráticas a máquinas que puedan realizar estas tareas de menor valor añadido de forma rápida y donde el número de errores que se comentan sea mínimo o prácticamente inexistente. El objetivo es claro, dedicar el tiempo que su personal emplea en estas tareas a actividades más estratégicas o de mayor valor añadido. En definitiva, se pretende potenciar la creatividad humana para mejorar los negocios, evitando dedicar largas horas de trabajo en actividades repetitivas y que resultan poco atrayentes en la captación o mantenimiento de la clientela. La nueva era digital en la que nos encontramos inmersos nos trae consigo un mundo en el cual las máquinas empiezan aprender de los seres humanos y ello propiciará una mejora continua en la labor que desempeñan. Aunque la automatización robótica de procesos se encuentra en una etapa todavía embrionaria y que el potencial de desarrollo que tiene por delante es enorme, esta tecnología ya está proporcionando sus primeros frutos. No estamos hablando de robots físicos como si existen en el sector industrial, sino en una evolución del software. Sin embargo, su objetivo es el mismo, permitir la automatización de todos aquellos procesos que no requieran para su desarrollo del juicio humano. El buscar la eficiencia en la ejecución de las labores administrativas no es algo nuevo, sino que es una realidad que siempre ha estado presente en las empresas. La gran diferencia con respecto al pasado es que en la actualidad contamos con la tecnología que lo hace posible. A diferencia de los seres humanos, los robots no tienen horarios de trabajo, pueden trabajar las 24 horas del día, no tienen vacaciones ni se ponen enfermos ni tienen días festivos. Los robots ofrecen la máxima flexibilidad para adaptarse a las necesidades de la empresa en cada momento y pueden cubrir de forma eficiente altos volúmenes de operaciones como puede ser el cierre contable de las empresas a final de mes o al cierre del año. Aunque podríamos pensar que el coste de estos robots es elevado, en realidad su precio comparándolo con el coste del personal no es tan alto. A esto hay que añadir el hecho de que su precio está decreciendo de forma continua. A modo de ejemplo, PWC estima que el coste de estos robots en el Reino Unido es de tan sólo una novena parte de lo que costaría emplear a un administrativo a tiempo completo. Los robots son altamente productivos y muy precisos en la realización de aquellas actividades repetitivas en las que no sea necesario realizar ningún juicio de valor. Ante este reto y de cara a mantener nuestra empleabilidad en la administración es necesario que potenciemos como trabajadores nuestras facetas creativas mediante una labor de formación continua y que estemos al día en los nuevos desarrollos tecnológicos. Sólo de esta forma podemos estar tranquilos en nuestro futuro laboral y además nos vamos a sentir mucho más satisfechos con nuestro trabajo porque siempre es mucho más enriquecedor a nivel personal y profesional el desarrollar una labor creativa que el estar repetidamente realizando unas labores administrativas que nos aportan muy poco a nivel de desarrollo profesional y de conocimiento. *Doctor en Economía y experto en temas de banca, finanzas y hacienda.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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