“No ahorres lo que queda después de gastar, sino gasta lo que queda después de ahorrar.” Warren Buffett

Piensa en una empresa familiar y describe según a tu juicio que cualidades debería presentar para considerarse como una empresa financieramente sana: ¿Te parece bien que tenga utilidades? ¿Qué tantas utilidades 10% neto? ¿Qué tenga capital de trabajo para operar e invertir? ¿Qué tenga un nivel alto o bajo de endeudamiento? ¿Qué tenga alta rotación de inventarios? ¿Que venda solo en efectivo? ¿Qué muestre crecimiento en ventas de 15 anual? además, pensándolo bien, si está en crecimiento puede que no tenga suficiente capital de trabajo o su nivel de deuda sea alto, de este ejercicio pueden resultar distintas combinaciones como propuesta de la empresa familiar financieramente ideal, al final del día cada empresa es única y su receta debe ser muy particular para mantenerla sana y con larga vida.

De forma genera la mayoría de las finanzas de una familia, se manejan siempre de manera muy sencilla y práctica, si una familia promedio logra optimizar de manera eficiente sus recursos los resultados a mediano y largo plazo serán los mejores. Para ello no hace es necesario ser un especialista en finanzas, basta con tener claridad de los ingresos y egresos, ver si queda un residual para ahorrarlo o invertirlo o de lo contrario si el resultado es negativo buscar nuevas fuentes de ingresos o disminuir más los gastos, inversiones en activos o fugas de efectivo. “El riesgo viene de no saber lo que estás haciendo.” Warren Buffett

Este manejo de flujos de dinero que empieza los padres sumando los ingresos familiares, y apuntando los gastos del mes de luz, agua, educación, alimentación, vestido, vivienda, salud, autos, etc. para ver si alcanza con lo que se tiene de ingresos por los diferentes conceptos, sueldos, honorarios, dividendos, rentas, intereses etc., esto aplica de manera similar a la empresa familiar.

Es decir, se ve cuanto se espera vender y  cobrar en los próximos meses, y cuantas obligaciones tengo pendientes por cumplir y asumir, si se observa un resultado positivo o negativo me permitirá evaluar alternativas para cada uno de los escenarios, es decir buscar fuentes de financiamiento, aplicar los excesos de efectivo en capital de trabajo, en CAPEX o sencillamente tener reservas liquidas para nuevos proyectos, negocios o simplemente para mitigar riesgos en tiempos difíciles como es el caso actual, que sin duda las empresas que tuvieron la visión de tener reservas para contingencias, tendrán mejores posibilidades de salir más pronto y menos dañados.

Los problemas empiezan cuando este orden práctico se interrumpe con la práctica muy común de algunas familias de no respetar al empresa como un ente independiente,  es decir que con los recursos de la empresa, empiezan pagar gastos, inclusive inversiones que no son propias de la compañía, por ejemplo los viajes de la familia, autos, gasolina, mantenimiento de automóviles, teléfonos o propiedades  que la empresa no utiliza en su operación o modelo de negocios, que en ocasiones genera problemas de liquidez para que la empresa cumpla con sus obligaciones y por lo tanto detenga sus crecimiento o inclusive le genere un problema para continuar como negocio en marcha, pero además el no respetar los flujos de dinero del negocio, puede ocasionar a la larga conflictos o problemas familiares, y deficiencia en el uso de los recursos a nivel de la propia empresa.

Imagínate que la familia decide pagar con sus recursos la renta de un familiar político, comprar despensas para los amigos o pagarle los estudios a una persona ajena a la familia, pueden ser ejemplos fuera de la realidad, pero de la misma manera que puede verse afectado el flujo de efectivo en una familia con gastos que no son propios de ella, así como la empresa se afecta al cargarle gastos que no le corresponden y que además desvirtúan sus resultados y por lo tanto poder evaluar que tan eficiente y rentable está siendo en su operación, inclusive su capacidad para obtener financiamiento y para determinar el  valor de la empresa.

En nuestra experiencia como asesores de empresas familiares, hemos visto casos donde el manejo desordenado de la caja ha provocado distintos problemas, desde malos manejos y robos, falta de liquidez, problemas con pagos y obligaciones de la empresa, entre otros. El confundir los flujos de la empresa con los ingresos personales del fundador y su familia ha generado en más de una ocasión la pérdida total del negocio.

Por ello parte de la salud financiera de una empresa familiar consiste en respetar las reglas básicas de orden y buenas prácticas, es decir: la caja de la empresa no debe ser usada como caja de la familia, y los flujos de dinero deben seguir las reglas comunes para todos los negocios.

“Dar al César lo que es del César y Dios lo que es de Dios”. Expresa que cada uno debe recibir lo que le corresponde así de simple y sencillo. Lo mismo debe ser en las relaciones entre empresa y familia.

Se deben establecer sueldos a valor de mercado para los miembros de la familia que efectivamente trabajen en la empresa, también es común que la empresa en la renta de los inmuebles que utiliza o pague menos de su valor de mercado es necesario que la renta se les pague a los dueños de los inmuebles aun cuando sean de la familia a su valor real, y si así lo decide la familia propietaria tener una política de dividendos que permita crecer a empresa y a los dueños recibir parte de los rendimientos de su inversión mismos que se repartirán de acuerdo a los porcentajes de acciones que cada miembro tenga y de esta forma respetar a ambas instituciones y con ello tener un mejor control y claridad de los gastos familiar, para en su caso poderlos optimizar y con esto no afectar la operatividad y crecimiento del negocio. 

La nueva visión de la función financiera debe ser proactiva y dar respuesta dinámica a lo que está sucediendo en la empresa, basándose en el acceso a información de calidad, permanentemente actualizada, y al desarrollo de modelos de gestión colaborativos con otros departamentos o áreas de la empresa. También debe respetar los recursos de la empresa y de sus dueños es decir darle:  Al César lo que es del César… se dice con frecuencia como una manera de expresar cierta necesidad de equilibrio respecto a un tema en específico en este caso la empresa y sus dueños.

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