“Cuando llegan las alcancías con forma de Bukele, se van rápido”, explica Evelyn Colocho, quien atiende un puesto callejero de souvenirs en Juayúa, un pequeño pueblo que forma parte del recorrido turístico ‘La Ruta de las Flores’, en el occidente de El Salvador. Parte de su familia vive de ese negocio en el que, además de artesanías locales, venden todo tipo de merchandising con la imagen del presidente salvadoreño; desde gorras y llaveros, hasta mandiles y relojes de pared. Por supuesto, también las codiciadas alcancías que son todo un éxito de ventas. Estos artículos los compran tanto los locales
como muchos extranjeros que transitan por este popular enclave del municipio de Sonsonate. “Es por el efecto Bukele”, afirma la comerciante con una simpática sonrisa.

El denominado “efecto Bukele” ha alcanzado todos los rincones de su país, tras cinco años de gobierno de Nuevas Ideas, el partido político creado por él mismo. También resuena ampliamente en Latinoamérica, donde comparten muchos de los males que aquejaban al menor de los países centroamericanos, como la violencia y la impunidad. Y, más allá, el personal estilo de liderazgo y la habilidad retórica de Nayib Bukele han llamado la atención del mundo entero, por sus discursos que no dejan indiferente a nadie y ponen a El Salvador bajo el reflector internacional.

Este reportaje fue publicado originalmente en Forbes Centroamérica, da CLIC aquí.

El portaestandarte de su popularidad es la seguridad de la que goza el país, actualmente. En poco más de dos años, pasó de ser el más violento del planeta al más seguro del hemisferio occidental, según él mismo afirma. Gracias a su política de “mano dura” contra las pandillas, que aterrorizaron durante décadas a la población a través del asesinato, el secuestro y la extorsión, los salvadoreños salieron en masa a votar por el ahora reinvestido presidente, pese a los cuestionamientos por inconstitucionalidad que, en algún momento, planteó su permanencia en el cargo durante otro quinquenio.

Frente a la oposición política que, aunque minoritaria, sigue siendo vociferante y crítica, el presidente hace un llamado a la unidad nacional; una formalidad, teniendo en cuenta que, en los comicios celebrados el 4 de febrero del presente año, obtuvo más del 84% de los votos y su partido ocupa 54 de los 60 escaños de la Asamblea Legislativa.

En su discurso de investidura, el primero de junio, Nayib Bukele aseguró que el país pasa por el momento más importante de su historia reciente, al haber sobrevivido al “cáncer terminal” que suponía el yugo de la violencia extrema. Sin embargo, siguiendo con la analogía de la salud, reconoce que El Salvador sufre de otros males, especialmente relacionados con la economía, dejando entrever la nueva prioridad de su gobierno.

Según los datos del Banco Mundial, actualizados en abril, la economía salvadoreña creció un modesto 2.7% en 2023, tasa que se prevé que se mantenga este año. Esta organización subraya la necesidad de promover reformas que garanticen la sostenibilidad fiscal y apunta al endeudamiento público, que llegó a alcanzar el 90% del PIB tras la pandemia, las presiones de liquidez, la falta de alternativas de financiamiento y su débil capacidad para emitir deuda, como los principales desafíos.

Por otra parte, el Banco Mundial también reconoce el potencial de El Salvador para impulsar el crecimiento económico a través de la inversión pública y el impulso de un sector privado más dinámico, competitivo e innovador.

FIJACIÓN POR LA TECNOLOGIA

“El Salvador se perfila como un hub tecnológico emergente”, nos comentaba la Ministra de Economía salvadoreña, María Luisa Hayem, durante una entrevista con Forbes realizada en diciembre de 2023. El gobierno de Nayib Bukele, un presidente cuya imagen personal habitual no desentona en Silicon Valley, se ha enfocado desde el principio en identificar y crear las condiciones que permitan la llegada de nuevas empresas tecnológicas al país, desde startups hasta multinacionales. Incluso, ha llevado a cabo asociaciones estratégicas con gigantes tecnológicos, como Meta, Microsoft y Amazon para asegurar que la falta de talento no sea un obstáculo para el crecimiento de esta industria.

Ahora, las líneas de acción se enfocan en eliminar las trabas burocráticas, simplificando los procesos administrativos. Según el ranking Doing Business 2024, del Banco Mundial, El Salvador ocupa el lugar 91 entre los 190 países que evalúa esta organización por su facilidad para hacer negocios y, por consiguiente, atraer inversión. Como fortalezas, el análisis destaca las condiciones para obtener un crédito y para el transporte transfronterizo. En cuanto a las debilidades, se centran en la burocracia que implica la apertura de nuevos negocios, así como los permisos de construcción.

Sin embargo, la ola de inversiones que ha traído hasta estas orillas el fenómeno del nearshoring (relocalización de empresas), no ha pasado de largo por El Salvador. Gracias al ecosistema de innovación que se está generando, más de 55 empresas han llegado al país en el último año, incluyendo varias del sector tecnológico, comenta la Ministra Hayem.

Dicho ecosistema se ve reforzado con la llegada de Google en abril, tras un acuerdo que supone el desembolso de 500 millones de dólares (mdd) por parte del gobierno salvadoreño para el pago de sus servicios. A través de una ley aprobada en el mes de septiembre de 2023 por la Asamblea Legislativa, éste permitirá la modernización del país en áreas como gobierno digital, salud y educación, explicó el mismo presidente Bukele durante la inauguración de las oficinas del gigante californiano, en una de las zonas más exclusivas de la capital salvadoreña.

El país también cuenta con el apoyo del Banco Mundial, a través del llamado ‘Proyecto de promoción de oportunidades laborales y desarrollo de habilidades en El Salvador’, que consiste en una inversión de 150 mdd con el fin de impulsar el talento salvadoreño. En total, esta institución tiene en operación siete proyectos en territorio nacional, que juntos suman 1,270 mdd.

El posicionamiento de El Salvador como una economía a la vanguardia en tecnología financiera y otros ámbitos tecnológicos es un mensaje claro al mundo. Este nuevo status es fundamental para cambiar la percepción global del país, como un lugar mucho más atractivo para la inversión.

OLAS DE DINERO

Una ola marina de buena calidad puede generar un aumento de la actividad económica en un destino costero de entre 16% y 32% a lo largo de dos décadas. Esta es la conclusión a la que llegaron dos economistas: Thomas McGregor y Samuel Wills, en un estudio publicado por la Universidad de Oxford en 2016, titulado Surfing a Wave of Economic Growth, sobre el impacto de este deporte en términos de atracción de capital.

La administración de Bukele ha implementado en los últimos años estrategias efectivas de marketing y desarrollo, destacando las ventajas competitivas únicas del país para el surf. En este tiempo, la promoción del destino como “Surf City” ha captado la atención mundial, atrayendo eventos de renombre internacional y figuras icónicas del deporte como Kelly Slater, el ‘Leonel Messi’ de las olas.

La celebración de otros eventos internacionales como Miss Universo, a finales del año pasado, también han puesto el nombre de este orgulloso país en la lista de lugares aptos para atraer los focos de la pequeña pantalla y sus patrocinadores, despertando el interés tanto de empresas como de turistas y curiosos.

Pero, sobre todo, la reciente transformación que ha vivido El Salvador en cuanto a la seguridad ha sido fundamental para conseguir los 3.4 millones de visitantes que tuvo en 2023, que dejaron una derrama de divisas superior a los 3,600 millones de dólares.

Con un crecimiento del 40% con respecto a 2019, ONU Turismo sitúa al país en el top 5 de las mayores recuperaciones del turismo pospandemia del mundo, liderada por Qatar.

El esfuerzo conjunto entre los sectores de la tecnología y el turismo está rindiendo sus frutos y posicionando a esta nación bañada por las aguas del Pacífico, como un destino fresco e innovador. También, como una gema rara para inversionistas y empresarios.

Aaron Miguel Varquero dirige la inmobiliaria Oceanside El Salvador, fundada hace 12 años en El Tunco, una popular playa a unos 45 minutos en vehículo desde San Salvador. Se especializó en proyectos costeros, convirtiéndose en uno de los pioneros de la inversión turística en la zona. Desde entonces, el empresario asegura haber sido testigo de una transformación importante, impulsada por la acción de empresas especializadas, como la suya, y el cambio significativo en las políticas y los proyectos de inversión públicos.

“Entre 2021 y 2024, las propiedades han incrementado su valor un 45%. En los países del primer mundo, con mercados inmobiliarios dinámicos, la tasa de crecimiento suele estar entre el 7% y el 9% anual. Aquí es del 15% o superior, es una locura. Definitivamente, estamos en un mercado de vendedores, donde la demanda es mayor que la oferta”, asegura.

Sin embargo, también señala que aún existen retos significativos, especialmente en cuanto a la infraestructura para el suministro de agua, de energía y de saneamiento.

“La preocupación por la falta de recursos básicos hace evidente la necesidad de políticas que incentiven desarrollos sostenibles y tecnologías innovadoras”, señala.

Morena Valdez, Ministra de Turismo, explica a Forbes días antes de la investidura presidencial, que han crecido más rápido de lo que esperaban. “Estar en el top 5 de los países del mundo demuestra que crecimos considerablemente entre 2021 y 2023, en solo dos años. Este crecimiento trae consigo grandes retos, los cuales enfrentamos trabajando desde varias áreas”.

Una de ellas es un programa con el Banco Interamericano de Desarrollo, a través de un préstamo de 106 millones de dólares, del cual el 70% se va a invertir en el tratamiento de aguas residuales y la sostenibilidad medioambiental de Surf City 2.

Al mismo tiempo, varias carteras del gobierno trabajan en la sensibilización y concientización de la población, lo que incluye capacitaciones para evitar los vertidos y promover el reciclaje, en colaboración con la empresa privada.

El plan más ambicioso del gobierno es aumentar la participación de energías renovables hasta el 99% para el año 2030.

Bukele Foto: Francisco Pérez Arriaga

NAYIB BUKELE, EL PRESIDENTE DE EL SALVADOR QUE LE HABLA AL MUNDO ENTERO

Proyectos en geotermia, energía solar y eólica están en marcha, y se están explorando innovaciones como la generación eléctrica a partir de las olas del mar. Además, el país está considerando la energía nuclear como una opción a mediano plazo, una decisión que demuestra su ambición por diversificar y fortalecer su matriz energética, explica Daniel Álvarez, Director General de Energía, Hidrocarburos y Minas de El Salvador.

UN BITCOIN AL AIRE

El Zonte es una pequeña comunidad costera en La Libertad. Allí creció Román Martínez, quien compartía un sueño con sus amigos de infancia; cambiar algún día la narrativa de que las buenas oportunidades solo se dan en el extranjero. Ese pensamiento daría origen años más tarde a Bitcoin Beach, el primer ecosistema de economía circular basado en Bitcoin del mundo. Aunque este proyecto lo fundó junto con Mike Peterson y Peter DeSoto en 2019, sus raíces se remontan a más de una década de trabajo comunitario, ofreciendo educación financiera y tecnológica.

Hoy, este popular rincón entre los surfistas es una prueba real, aunque a pequeña escala, de una economía basada en Bitcoin, donde la gente compra, cobra y ahorra en esta moneda digital. “Bitcoin no solo se ha convertido en un medio de pago, sino en una herramienta de empoderamiento económico y social. La adopción de Bitcoin ha permitido a muchas familias, que antes estaban excluidas del sistema bancario, acceder por primera vez a transacciones digitales y oportunidades de inversión en un activo digital”, asegura el emprendedor.

También detalla a Forbes que la posibilidad de comprar propiedades con Bitcoin ha revolucionado el mercado inmobiliario local, generando un incremento notable en la demanda y estableciendo a El Salvador como un destino de preferencia para bitcoiners.

La adopción de Bitcoin como moneda de curso legal ha colocado a El Salvador en el epicentro de una trasgresora revolución protagonizada por esta criptomoneda, que ha llamado la atención de muchos líderes del sector financiero global.

Esta visión del presidente Bukele es ejecutada por un equipo encabezado por Stacy Herbert, quien dirige la Oficina Nacional de Bitcoin del gobierno, que se dedica a desarrollar y mantener la estructura del primer país Bitcoin. Esto incluye desde la formulación de políticas educativas hasta la atracción de inversores internacionales y la apertura de embajadas Bitcoin en lugares estratégicos, como Lugano, en Suiza.

Esta oficina también ha sido la encargada de ayudar a crear el marco regulatorio para poder ejecutar la emisión de los Bonos Volcán, anunciada por el presidente Bukele en noviembre de 2021, durante la primera ‘Bitcoin Week’, en El Salvador.

La regulación fue aprobada el pasado diciembre y el instrumento de deuda está listo para ver la luz. “Ahora el presidente tiene el lanzamiento en sus manos y creo que pronto habrá algunas noticias al respecto”, afirma Herbert a Forbes.

Teóricamente, la emisión de los Bonos Volcán servirá para financiar el proyecto Bitcoin City en el este del país, cuyos inversionistas y residentes estarán exentos de impuestos.

Este mega proyecto se ubicará en las proximidades del nuevo Aeropuerto Internacional del Pacífico, con áreas residenciales, comerciales y de entretenimiento. También contará con un puerto y un tren.

La nueva ciudad, diseñada por el arquitecto mexicano Fernando Romero, tendrá además un enfoque holístico de planificación urbana que utilizará energía renovable impulsada por el volcán Conchagua.

Todo lo que está sucediendo en El Salvador entorno a Bitcoin ha despertado el interés de algunos nombres prominentes deseosos de ser parte del juego, como Cathie Wood, fundadora de ARK Invest, una firma con 60,000 mdd en activos, que invierte en innovaciones como los coches autónomos y la genómica; empresas como Fold, que desarrolló la primera tarjeta de débito de Bitcoin que otorga recompensas por comprar; y Strike, que permite el envío de depósitos bancarios en dólares por Bitcoin; y otros más de 15 exchanges, monederos y empresas similares que se han registrado en la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD) del país.

Las expectativas son altas. Cathie Wood, que pudo encontrarse personalmente con el presidente salvadoreño días antes de su segunda investidura, publicó el siguiente mensaje en la red social X poco después: “La determinación del presidente Bukele de convertir a El Salvador en un oasis para las comunidades de Bitcoin y de Inteligencia Artificial -dos de las mayores revoluciones económicas y tecnológicas de la historia- es la razón por la que creo que su PIB real podría multiplicarse por 10 en los próximos cinco años”.

LA ECONOMÍA DE LA PAZ

Teresa Miranda vive en La Campanera, una colonia de la capital salvadoreña que hasta hace poco estaba bajo el control de la pandilla Barrio 18, enfretada la Mara Salvatrucha en varias zonas del país. Ya no tiene miedo. Puede salir de su casa para visitar a sus parientes y amigos en otras colonias, como Las Margaritas, sin temor a ser increpada o poner en riesgo su vida. Está contenta porque pronto tendrán una celebración: la colocación de la primera piedra de la Casa Comunal, algo que llevan esperando mucho tiempo.

Está cayendo la noche y, entre las unidades del ejército que velan por la seguridad de la zona, portando pesadas armas, se escucha el alboroto de un grupo de niños jugando en unos columpios. Sus madres, sentadas en unos bancos públicos, los observan. Calle abajo, un grupo de jóvenes practica futbol en las canchas de pasto artificial, donde ya han encendido los enormes focos que iluminan el espacio. Antes,
nada de eso era posible.

En un pequeño comercio de abarrotes, tres mujeres se quejan del alto precio de los alimentos. Dos de ellas trabajaban antes en la maquila -un trabajo muy duro- hasta que decidieron poner su ‘tiendita’, protegida por una reja que da la impresión de ser una jaula. “Queremos irnos a los Estados Unidos, aquí la economía está muy difícil”, dice una.

Gustavo Villatoro, Ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, explica a Forbes que “es evidente que vamos a necesitar muchísima más inversión para desarrollar mejor nuestro talento humano que, durante más de 40 años, hemos estado exportando”.

Ahora que existen los incentivos y la seguridad para el retorno de los salvadoreños, asegura que ya se están viendo los resultados en un país de 6.3 millones de habitantes con 3 millones más en la diáspora.

“¿Acaso no es el sueño de todo migrante regresar a su patria? Ahora es posible, pero necesitamos el dinamismo del sector privado para seguir avanzando”, afirma.

Para Nayib Bukele, Singapur es el ejemplo de desarrollo económico y social que debe seguir El Salvador.

El camino será largo y las decisiones complejas, incluso impopulares. Aunque cuenta con la legitimidad política que le otorgan los 2.4 millones de votos que obtuvo en las últimas elecciones presidenciales y lidera en popularidad todas las encuestas en Latinoamérica, el éxito de los gobiernos se mide por sus resultados, no por las redes sociales.

Así que, mientras la gente sigue comprando esas alcancías que vende Evelyn Colocho en el pacífico pueblo de Juayúa, el reelegido mandatario del país tiene una misión importante que cumplir; que los salvadoreños tengan con qué llenarlas.

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