El mercado cambiario es particularmente sensible a la transición política, pero lo es más a declaraciones descuidadas. Si existe concentración de poder como ha decidido la ciudadanía, en manos de la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, y del movimiento social y político denominado Obradorismo, lo inadecuado e inaceptable son las expresiones precipitadas de algunas figuras poderosas.

Destacó el equívoco de Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena en el Congreso de la Unión, quien ajeno al equilibrio, sutileza y diálogo sostenido por la próxima mandataria con las cúpulas de la iniciativa privada, distante del propio equilibrio procedimental característico de Sheinbaum, se apresuró a sugerir que todas las reformas se aprobarían prácticamente de manera mecánica.

La concentración de poder puede suscitar una inquietud injustificada en los mercados. De ahí el tino y rapidez de la muy próxima mandataria al salir, por segunda ocasión —la primera tras la caída ya compensada en la Bolsa Mexicana de Valores y un primer tropezón en la paridad peso dólar— para restablecer la quietud. Todas las iniciativas, dijo, “serán analizadas en foros abiertos antes de votarlas”.

La estabilidad política financiera del país en este 2024 destaca históricamente con el año 1994. En medio de la peor turbulencia —con el levantamiento del EZLN en Chiapas, el asesinato del candidato presidencial priista, Luis Donaldo Colosio, y del secretario general del mismo partido, José Francisco Ruiz Massieu—, Ernesto Zedillo asumió la presidencia ante una pérdida total de la confianza sobre la capacidad del gobierno para conservar el tipo cambiario.

Hubo devaluación del peso —antes de concluir ese año ya había perdido la mitad de su valor frente al dólar—, inflación descontrolada, fuerte contracción económica y crisis bancaria. Nada tan lejano de la estabilidad de este 2024.

Las lecciones de hace 30 años nos indican lo necesario: políticas económicas flexibles, comunicación clara con los mercados y equilibrio institucional. La confianza es ahora muy sólida.

En 2018, la victoria de Andrés Manuel López Obrador fue recibida con cautela. El índice de la Bolsa Mexicana de Valores experimentó volatilidad. Se garantizó la autonomía del Banco de México y compromiso fiscal. La BMV se estabilizó.

Desde 2023 los mercados tenían prevista la continuidad del gobierno con el triunfo de Sheinbaum. La caída de las bolsas y la depreciación del peso la semana pasada se toparon con señales de certidumbre desde la Presidenta electa, entre ellas, las reuniones con directivos del FMI, el Banco Mundial, la OCDE y Black Rock, así como la confirmación de continuidad de Rogelio Ramírez de la O al frente de Hacienda.

El presidente de la Canaco, Jesús Rodríguez Cárdenas destacó este viernes el máximo histórico de las exportaciones de México a Estados Unidos, superiores a 43 mil millones de dólares como una muestra de confianza en la continuidad “muy positiva con el nuevo gobierno”. Mejores los datos duros que las afirmaciones de algunos legisladores.

Contacto:

Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

TW: @guerrerochipres

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Twitter: @elconsejomx

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