Luego de que WeWork global se declaró en bancarrota en Estados Unidos para entrar en un proceso de reestructura, la compañía en México y Latinoamérica descartó que esto encienda focos rojos para la región, ya que opera como un joint venture en el que Softbank Latin America Fund es el accionista mayoritario, con 71%, mientras que WeWork global tiene el 29%.

Karen Scarpetta, CEO de WeWork Latam, que incluye a México, Colombia, Brasil, Chile y Argentina, dijo en entrevista con Forbes México que al ser un joint venture, la compañía en la región latinoamericana tiene independencia financiera, económica, de estructura y decisión de negocio de la sede central en Estados Unidos, por lo que la declaración de bancarrota no tiene efectos.

“Por cómo hemos establecido la organización desde 2021 (joint venture), ninguna de las noticias de WeWork global como la de anoche del Capítulo 11 (de la Ley de Quiebras de EU) o cualquier tipo de decisión de negocio de WeWork global impactará bajo ninguna circunstancia en nuestra operación y negocio en WeWork México y en el resto de los mercados que conforman Latinoamérica”, aseguró la directiva.

Scarpetta señaló que precisamente esta independencia de operación de WeWork Latam sobre WeWork global le ha permitido a la compañía en la región cerrar la primera mitad del año con un crecimiento de más de 31% de los ingresos con respecto al mismo periodo del año pasado y un crecimiento de 26% en el segundo trimestre frente al primer trimestre de este año.

“Así que por esto, porque WeWork global no es accionista mayoritario, es que podemos comunicar con toda certeza a todos nuestros stakeholders en México y Latinoamérica que esa decisión de WeWork global de hacer ese paso en el Capítulo 11 no tiene ningún tipo de impacto o consecuencia y no cambia en absoluto el norte y el propósito que tenemos en WeWork de construir un crecimiento sostenible”, reiteró la CEO de WeWork Latam.

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WeWork, la compañía que llegó a ser el titán de la renta de espacios de coworking en el mundo y que alcanzó una valoración de 47,000 millones de dólares en 2019, se declaró en quiebra en Estados Unidos en un momento en el que está ahogada por deudas, las altas tasas de interés y un número cada vez más alto de personas que trabajan desde casa.

La propia compañía explicó en su comunicado dado a conocer la noche del lunes 6 de noviembre que esta medida solo afectaba a sus operaciones de Estados Unidos y Canadá, algo que reafirmó Karen Scarpetta en entrevista: “son dos organizaciones independientes luego de la estrategia del joint venture de 2021″.

“Sin embargo, hay que reconocer que este proceso de acogerse al Capítulo 11 es un proceso de reestructura organizacional y es muy común en muchas empresas que deciden usarlo para estar mucho mejor de como estaban antes. Aeroméxico pasó por esto, General Motors, Chrysler, así que es válido reconocer que es con un fin de establecer mejores resultados para la organización global”, consideró la CEO de WeWork Latam.

No obstante, sí reconoció que a nivel de reputación de marca podría haber algún tipo de impacto, toda vez que lo que ocurre con la marca en Estados Unidos podría generar nerviosismo en otros mercados. “En cualquier tipo de modelo de franquicia, cuando compartes la marca, es absolutamente natural que cualquier noticia positiva o no tan positiva tenga un impacto en la percepción de la marca”.

Pero ante esto, insistió en que el mensaje de WeWork Latam es: “con nuestros resultados deben ser muy consistentes en que la solidez de Latam y México es incluso mejor hoy que en niveles prepandemia, esa es la mejor certeza que podemos ofrecer a nuestros clientes y usuarios. Que no se asocien resultados a la realidad positiva que hoy vivimos en WeWork Latam y México”.

Karem Scarpetta consideró que a diferencia de grandes ciudades de Estados Unidos que han sufrido con la recuperación económica y del sector de real estate posterior a la pandemia, en México y Latinoamérica este proceso ha sido positivo, además de que en la región se encontró un equilibrio entre trabajar desde casa y en la oficina, lo que llevó a la compañía a encontrar nuevos modelos de negocios como pagar por lo que se usa o ser sede de eventos externos.

Incluso WeWork Latam ve una gran oportunidad de crecimiento con el nearshoring mexicano. “Queremos ser cada vez más ágiles para apoyar a todas las empresas internacionales que ven en México una gran oportunidad. Otro tipo de operación en un modelo tradicional para establecerse en un nuevo país puede tomar de 12 a 18 meses, con nosotros lo pueden hacer en 1 o 3 meses máximo”.

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