Si la buscan por catálogo, no la encuentran. Tiene el perfil perfecto para ser candidata. Su historia es la de Cenicienta, pero mejorada porque no depende de ningún príncipe o reyezuelo (como otras) para ser grande, sino de sí misma.

De origen humilde, mujer, de un pequeño pueblo, con raíces indígenas, padre alcohólico, hermana en la cárcel, con todo para tener una vida complicada… como tantas otras vidas. Con todo, pues, para victimizarse y exigir compensaciones o dar excusas o no figurar más allá de su entorno inmediato.

Y, sin embargo, X es una gran historia de éxito. Es inteligente, valiente, auto-suficiente, sociable, alegre, comprometida, sensible, segura de sí misma, rebelde, emprendedora, líder y con un gran sentido social. Es una triunfadora a quien le sobra tiempo y energía para ayudar a los demás. ¿Querían una historia más apasionante que ésta?

Es una mujer que sabe resolver problemas porque, para empezar, resolvió los suyos y vaya que si lo hizo de una manera extraordinaria. No se victimiza, se responsabiliza, acepta y construye mejores realidades. Se empeñó en ser grande y lo es. Por eso, porque nos inspira a muchos, los ciudadanos no batallamos en elegirla a ella como candidata a la presidencia del país. Es fuera de serie, fuera de centro, es excéntrica, extra-ordinaria.  

Hoy le toca enfrentar a un Presidente adicto al poder, como en su momento enfrentó a un padre adicto al alcohol. Ese Presidente ya le robó el alma a Claudia y ahora quiere robarle la elección a Xóchitl y, a los mexicanos, sus derechos y libertades.

Le toca a Xóchitl convencer a los indecisos que ella es realmente quien conviene a México. No es tarea fácil porque enfrenta a todo el aparato gubernamental en su contra e igualmente, la desidia, el conformismo, la conveniencia, la ignorancia y la mediocridad de muchos.

Sin embargo, Xóchitl tiene las de ganar y no tiene que hacer mucho. Sólo darse a conocer como es. Sin guiones, sin tarjetas, sin asesorías de imagen, sin complicaciones. Tiene que escuchar su corazón y transmitirlo a los demás con candidez y honestidad, como siempre lo ha hecho. No hay nada que esconder, no hay nada que fingir o actuar, no hay nada que aprender, salvo sacar de nueva cuenta lo mejor de sí misma contra viento y marea.

Si va a ganar, es por ser ella y, si no lo logra por ser ella, entonces, en verdad, México no estaba listo para una mujer de sus tamaños.

Le pido a sus asesores de imagen (y de debate) que no le compliquen la existencia, que no la metan en una dinámica de cavilaciones (overthinking), que la motiven a fluir, porque ella sabe fluir. El análisis ayuda a mejorar, pero si se pasa de tueste, mete dudas e inseguridades.

Cuando alguien me externa que va a votar por Claudia o por Morena, siempre pregunto: “¿Y a Xóchitl, ya la conoces?” La respuesta, generalmente es negativa, a veces, me hablan del PRI o del PAN o me dan alguna otra justificación.  

A lo que respondo: “Te pido un favor, búscala y síguela en sus redes sociales, Facebook, Instagram, TikTok o Youtube, la que tú prefieras. Conócela y vota el 2 de junio, pero no lo hagas sin antes conocerla, no te prives de esa oportunidad.”

No tratemos de vender a Xóchitl con ideas académicas de economía, buen gobierno, honestidad, salud, seguridad o educación. No es por ahí. Ese es tema para su plataforma y su equipo. A la gente no le interesan los temas abstractos y, mucho menos, académicos. Quieren votar por una candidata de carne y hueso, con corazón y con cabeza que los inspire y Xóchitl tiene todo para hacerlo por sí misma. Su historia es bellísima y se vende sola, porque es real y así se percibe. Su historia rompe muchísimos dogmas y mitos, pero mejor aún, nos inspira a ser lo mejor de nosotros mismos.  

Xóchitl es la Cenicienta excéntrica y rebelde que México necesita para salvarse del padre alcohólico, la hermanastra mentirosa y frívola, la pobreza, el derrotismo y la injusticia. Xóchitl no necesita ganar, gane o pierda, ella ya es una ganadora. La necesidad es nuestra, en nosotros está la decisión de ser ganadores o perdedores este 2 de junio.  

Contacto:

Santiago Roel R. es Director y fundador del Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.

www.semaforo.mx

Twitter: @semaforodelito

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