ZsONAMACO se ha convertido en un referente de la industria del arte en México y en el mundo. Zélika García, su artífice, es, quizá, una de las figuras que más ha contribuido a generar estructuras que permiten la proyección de artistas mexicanos en su propio país y en otras latitudes.

El recorrido que ha hecho la empresaria y creativa mexicana no ha estado libre de obstáculos ni de enseñanzas. Ella recuerda que, muy al inicio de ZsONAMACO (el próximo año cumple 20), poco antes de que las galerías de arte comenzaran a instalarse –su sede principal ha sido el Centro Citibanamex–, aún no se encontraban totalmente montadas las paredes y algunas ni siquiera estaban pintadas. “Todavía el día de la inauguración andaban retocándolas. Para mí, es muy importante hacer equipo con gente en la que confíes […] Pero ahí aprendí que no se puede confiar en cualquier persona”, dice, en entrevista con Forbes México.

También Zélika recuerda la serie de desafíos que se le presentaron cuando, en México, se vivió el brote del virus H1N1 en 2009. “Pedimos que todos usaran tapabocas […] Al final, tuvimos suerte porque, como no había nada abierto en todo México, iba más gente que nunca a la feria […] Siempre tienes que estar improvisando, siempre tienes que estar arreglando. Por más que tengas todo planeado, tienes que aprender a tomar decisiones en el momento, y esperando que sean las correctas. Y, en esa ocasión, decidimos permanecer abiertos”, recuerda.

ZsONAMACO, cuya primera edición se llevó a cabo en el año 2004, hoy se ha convertido en una plataforma de ferias (la más grande de Latinoamérica) que tiene cuatro divisiones: Zona Maco México Arte Contemporáneo, que reúne galerías de arte líderes y emergentes nacionales e internacionales; Zona Maco Diseño, enfocada en muebles, joyería, textiles, ediciones limitadas y objetos decorativos; Zona Maco Salón del Anticuario; y Zona Maco Foto, dedicada a la fotografía antigua, moderna, contemporánea y a nuevos formatos digitales.

“Cuando empecé, había 22 galerías [participantes]. Y aunque era una gran responsabilidad, no lo dimensionaba, porque no es sólo hacer una feria y armar estos espacios para las galerías y los expositores. Es organizar un programa de toda la semana en toda la ciudad, con todos los que colaboramos, con museos, con restaurantes, con eventos, con galerías, espacios alternativos… Y es una gran responsabilidad con la ciudad y con el país”.

Cuando Zélika estudiaba en la universidad, quería ser artista plástica, pero mientras cursaba la carrera (es egresada de la Universidad de Monterrey), fue con varios de sus compañeros a Expo Arte Guadalajara: “Fue en el año 96 la primera vez que asistí en mi vida […] Entonces, para mí fue una súper experiencia”. Ese día comenzó la magia, porque tuvo la oportunidad de conocer varias galerías de otros países y escuchar diversas conferencias. Cuando se graduó, quiso regresar, pero descubrió que la feria (que había detonado todo en ella) había dejado de existir. “Entonces me dije: ‘¡Cómo no va a pasar esto, tan importante, que le daba tanto a nuestro país!’”.

De ahí al inicio de su gran proyecto pasó algún tiempo. Zélika emprendió una serie de viajes para visitar otras ferias de arte y conocer galerías; preguntaba sobre la operación y se empapaba de todo lo que ocurría a su alrededor. Después de un par de años, creó una Muestra de Arte en Monterrey: “Junté a 22 galerías. Logré que fueran […] La segunda fue en la Ciudad de México. También era una Muestra. A partir de 2004 entendí que había que profesionalizar al equipo, a la feria. Ya tenía más resonancia a nivel internacional, ya querían venir muchas más galerías internacionales. Entonces le cambiamos el nombre a ZsONAMACO para fijar la imagen de una feria ya establecida”. En el primer año, recibieron 3,000 visitantes en cinco días. El año pasado, 80,000 en el mismo número de días.

En la filosofía de ZsONAMACO, “preferimos la calidad que la cantidad. Y eso es algo de lo que siempre hemos sido muy conscientes. [Por eso] tenemos comités de selección”. Son muchas las galerías que solicitan participar, pero de todas las inscripciones, sólo 65%, en promedio, logran formar parte del programa.

Por ejemplo, en la sección general, la más amplia de la feria, donde se presentan galerías líderes a nivel internacional, el comité de selección está formado por varios galeristas relevantes. Para la edición 2024, parte de este comité serán Teófilo Cohen, de Proyectos Monclova; Karen Huber, de Galería Karen Huber y Lauren Kelly, de Sean Kelly Gallery, Nueva York/ Los Ángeles. Cada uno de los miembros del comité va otorgando un puntaje a las galerías que han solicitado participar. Zélika deja claro que ella no participa en este proceso.

Algunos de los aspectos que se toman en cuenta para otorgar el puntaje son que la galería se encuentre plenamente establecida, que tenga un espacio físico, que represente a los artistas y los apoye, y que organice cierto número de exposiciones al año, entre otros aspectos. “El comité se fija en este tipo de cosas; que sea una galería, por ejemplo, que no [únicamente] compre y venda, sino que represente a los artistas, que los apoye en sus carreras y tenga un programa coherente”.

Cada una de las divisiones de Zona Maco: Zona Maco Sur, Zona Maco Arte Moderno, Zona Maco Ejes y Zona Maco Diseño tiene ejes temáticos y curadores específicos que eligen a los artistas que participarán.

Zélika García
Zélika García. Foto: © Juan Pablo Espinosa.

UN MOMENTO TRANSFORMADOR…

Para ZsONAMACO, como para muchos, la pandemia se convirtió en una oportunidad. Zélika cuenta que, al inicio de este periodo, ella y su equipo discutieron sobre cómo debían proceder. Surgieron varias ideas, pero, finalmente, acordaron que harían una “Semana del Arte” para galerías de México: “Queríamos apoyar al país”. Para 2021 no se invitó a galerías extranjeras. “Se hizo en la Ciudad de México, en sus propios espacios [de las galerías] o en los que éstas eligieran, para que cada cual pudiera controlar la afluencia”. Se organizó una serie de circuitos por zonas de la ciudad; por ejemplo, estaban el Circuito Condesa, el Circuito Juárez y el Circuito Polanco, entre otros. En la página web se presentaba el mapa y la información para hacer la cita en las galerías. Algunas de ellas invitaron a galerías de otras ciudades, por ejemplo, de Monterrey, Oaxaca, Guadalajara y Tijuana: “De esta manera, se le daba oportunidad también a las de afuera, para que pudieran estar en esa semana. Las galerías de la Ciudad de México eran sus hosts, digamos”.

La iniciativa fue exitosa. Participaron alrededor de 90 galerías en 50 espacios, aproximadamente. En Casa Ortega, de Luis Barragán, hicieron “El Patio” (un nuevo formato), en el que expusieron esculturas al aire libre. Esto, en colaboración con algunas galerías. “En este jardín hacíamos comidas y cenas todos los días, quizá como de 20 o 30 personas separadas y en exteriores para que también hubiera oportunidad de que convivieran los galeristas con los coleccionistas y con los artistas”.

El formato de “El Patio” también se llevó al noroeste del país, a ABC Art Baja California. Este año, por ejemplo, en los meses de marzo y abril, expusieron su trabajo 49 artistas. El año entrante habrá una nueva edición. Otro proyecto que también nació durante la pandemia (Mercado ZsONAMACO) fue una serie de colaboraciones con varios artistas para la creación de diversos artículos, como chamarras (todo se pone a la venta). Y son ediciones limitadas.

LAS REDES DE ZSONAMACO

Esta feria se ha convertido en un trampolín para los artistas. Recuerda Zélika que, al inicio, casi todas las galerías de México representaban a artistas mexicanos. Y las extranjeras traían a exponentes de otros países: “Esto ha ocurrido a través de todos estos años. Por poner un ejemplo, el galerista de México trae a un artista de Berlín, y el de Berlín se lleva a uno mexicano a una exposición allá. Y así con alguien de Londres o Estados Unidos o Brasil”.

Cuenta la fundadora que hay artistas mexicanos que, después de participar en ZsONAMACO, se han posicionado en galerías, exposiciones y museos internacionales. Este contexto también ha contribuido a dinamizar el mercado, porque si un cliente adquiría una obra en México, y después la quería vender, su mercado se limitaba al ámbito nacional porque, más allá de las fronteras, el artista no era conocido.

Este concepto, además, ha contribuido a que más gente se acerque al arte y a las galerías. Es un esfuerzo por lograr que se derriben las barreras entre los galeristas y el público: “Se trata de que el arte sea de todos… y quitar ese miedo, ese distanciamiento o idea de que es inalcanzable. Antes, se tenía el concepto de que sólo se interesaba cierta parte de la población y que [sólo ésta] podía comprar arte. Ahorita, aunque no compres, asistes. En Zona Maco siempre ha habido, además, obra de todos los precios”.

ZELIKA GARCIA
Zélika García. Foto: © Juan Pablo Espinosa.

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LA EVOLUCIÓN…

Para el año entrante (que será el 20 aniversario), habrá una nueva sección: “Forma”. Ésta consiste en una serie de invitaciones que se hicieron a las galerías que por más años han participado en la feria, para que, con un determinado artista, realicen un proyecto en específico y lo presenten alrededor de los pasillos. Este proyecto estará a cargo de Direlia Lazo, la directora artística.

Otra de las iniciativas que llevarán a cabo es la presentación de algunas de las obras que ha adquirido, durante la existencia de Zona Maco, Tequila 1800, patrocinador desde el inicio del proyecto. “También tendremos una pared de memorias, en donde habrá imágenes de lo que ha pasado durante los últimos 20 años en las conferencias”.

Sobre el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial, Zélika opina que, si bien, pueden contribuir a la mejora de varios ámbitos, siempre será fundamental la convivencia entre las personas: “Por más que hagamos nosotros ZsONAMACO online, [lo virtual] nunca te va a dar la misma experiencia a que si estás ahí, conoces a un artista y platicas con él en persona. Es otro tipo de interacción”.

Ante la pregunta de si en todo el camino andado, en algún momento ha pensado en cambiar el rumbo por los obstáculos que se han presentado, Zélika responde, contundente: “Nunca. Me encanta lo que hago; me fascina. Y no hago más porque no me da la vida”.

¿Qué le eriza la piel? “El día antes de abrir la feria; en la noche, cuando ya todo está montado, y no hay una sola persona dentro. Ese momento es una maravilla; es como estar de noche solo en un museo. Imagínate, ya con todas las obras montadas”.

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