Guachochi, cuyo significado en lengua rarámuri es lugar de garzas, destaca como el único enclave en las Barrancas del Cobre donde el agua fluye abundantemente. A lo largo de los tiempos inmemoriales, esta región ha sustentado la vida de la comunidad rarámuri. A partir de mediados del siglo XVIII, con la llegada de los jesuitas y sus labores de evangelización, así como de pioneros que se dedicaron con notable éxito a la cría de ganado mayor y menor, la fruticultura y la agricultura, Guachochi ha prosperado de manera diversa.

Los jesuitas fundaron el pueblo misional de Nuestra Señora del Pilar de Norogachi, que sigue siendo relevante hasta el día de hoy. Este pueblo alberga un internado destinado a la educación de niñas indígenas desde los 5 años hasta que completan la secundaria.

En el atrio de la misión, cada Semana Santa cobra vida con las coloridas danzas rituales de la semana mayor, una celebración arraigada en la tradición rarámuri. A través de estas danzas, los rarámuris elevan sus plegarias, danzando como una forma de oración para implorar las bendiciones de Tata Dios sobre sus tierras y las semillas que sembrarán al llegar la primavera, buscando obtener una cosecha próspera.

En las diversas zonas habitadas por los rarámuris en las Barrancas del Cobre, al inicio de la Cuaresma, los redobles de los tambores, hábilmente elaborados por ellos mismos, comienzan a resonar, marcando el inicio de sus preparativos ceremoniales.

Finalmente, durante los días jueves, viernes y sábado de la semana mayor, los atrios de las misiones se llenan de la gracia de sus danzas sagradas. 

Guachochi se destaca como un lugar único, con casi el 70% de su población perteneciente a la etnia rarámuri. En su encantador Pueblo Mágico, la plaza central se embellece con un sereno lago presidido por dos imponentes esculturas de garzas, majestuosamente colocadas en un pequeño islote en el centro del lago. A medida que el líquido fluye, diez minutos más tarde da origen a un par de cascadas, formando un parque idílico perfecto para pasear, hacer ejercicio o simplemente relajarse al sonido del agua y el canto de las aves que habitan la zona.

Unos 18 kilómetros más al sur, se encuentra la impresionante Santa Sinforosa, una de las barrancas más hermosas de Chihuahua, que alberga uno de los miradores más espectaculares de la región. Cada julio, tanto en el poblado como en la Sinforosa, se celebra el maratón de los Cañones, que en 2024 alcanzará su edición número 28 durante el Festival Internacional de Turismo de Aventura.

Un respetado escritor ha descrito esta competencia como el lugar donde los hombres se elevan a la categoría de dioses. La carrera de 100 kilómetros inicia a más de 2,400 metros de altitud, recorriendo 36 kilómetros en la meseta antes de descender 2,000 metros hasta el nivel del río en el fondo de la Sinforosa. Posteriormente, los corredores enfrentan el desafiante ascenso de nuevo a la meseta para completar la odisea. Con salida a las 5 de la mañana, para las 2 de la tarde ya se corona al ganador de esta impactante competición.

Otro atractivo imperdible en la región es la visita a las cumbres de Guérachi, a tan sólo 45 minutos por la carretera que desciende al nivel del río, conectando Guachochi con otros pueblos serranos de relevancia.

Las opciones de actividades en esta zona son tan diversas como emocionantes. Desde apacibles caminatas y la observación de aves, hasta visitas a cuerpos de agua y cascadas, así como ascensos a miradores que revelan la verdadera magnitud del entorno. 

También es posible explorar los caminos de terracería en vehículos 4×4, descubriendo maravillas naturales como formaciones rocosas y acogedores ranchos que ofrecen hospedaje. En este rincón, la sorpresa nunca termina, ya sea por las vistas panorámicas, las comodidades, la autenticidad de la gastronomía local o la cálida hospitalidad que le espera.

Guachochi se encuentra a unas 5 horas de distancia de la capital, Chihuahua, y a 3 horas de Creel. Se puede volar a Chihuahua o Los Mochis y luego tomar el Chepe hasta Creel, otro Pueblo Mágico en las Barrancas del Cobre, y así combinar su viaje con la visita a dos encantadores pueblos.

La oferta de hospedaje es bastante variada. Hay cabañas familiares que cuentan con vistas de fábula. Guachochi tiene muchísimo que ofrecer, y pronto estará de moda. ¡Disfrútelo!

Texto: Lic. Sonia Estrada Morales

 

Siguientes artículos

Xcaret, mosaico de México para el mundo
Por

Galardonado como el mejor parque del mundo, es un sitio único en la Riviera Maya rodeado de sublime naturaleza, que comb...