El multimillonario francés Bernard Arnault, el hombre más rico de Europa y presidente de la alta costura del grupo de champán LVMH, compró una participación en el rival de lujo más pequeño Richemont, informó Bloomberg este martes.
El tamaño exacto de la participación del propietario de las joyas Cartier y las intenciones de Arnault no están claros, según el informe.
Los representantes de Arnault no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
El informe decía que la inversión era pequeña y formaba parte de una cartera más amplia de inversiones de propiedad de la familia Arnault en empresas que cotizan en bolsa.
Richemont, cuyas acciones subieron un 2.8% tras la noticia, declinó hacer comentarios. Las acciones de la empresa ganaron un 21% este año.
LVMH, con sede en París, cuyas marcas incluyen las casas de moda Louis Vuitton y Christian Dior, los relojeros Hublot y Tag Heuer, y el fabricante de champán Dom Perignon, compraron anteriormente participaciones en rivales.
La mayor empresa de lujo del mundo reveló en 2010 que había adquirido una participación en el fabricante de bolsos Birkin Hermes.
Los propietarios de la familia Hermes reaccionaron vinculando sus participaciones y LVMH finalmente renunció a su participación en 2014.
Richemont también podría resultar un objetivo difícil de asumir, si esa es la intención de Arnault.
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Arnault ha dicho que le gustaría adquirir Richemont
La empresa, que también es propietaria de los relojeros suizos IWC, Piaget y Jaeger-LeCoultre, está controlada por el presidente Johan Rupert mediante una combinación de dos categorías de acciones que le otorga el 51% de los derechos de voto.
Jon Cox, analista de Kepler Cheuvreux, dijo que la inversión parecía ser más una participación personal de la familia Arnault, aunque destacó la admiración de Bernard Arnault por los negocios de joyería de Richemont.
“Arnault no ha ocultado que cree que Cartier de Richemont y Van Cleef & Arpels son dos marcas de clase mundial y estoy seguro de que LVMH está interesado y tiene los recursos financieros para cerrar un trato”, dijo Cox.
“Sin embargo, Johann Rupert de Richemont ha dicho repetidamente que la empresa no está en venta y que no tiene ningún interés en ningún tipo de asociación”.
Patrik Schwendimann, analista del Zuercher Kantonalbank, afirmó que a Arnault le gustaría adquirir Richemont porque esto le daría liderazgo en el mercado en el atractivo negocio de la joyería.
“Ésta sería la joya que le falta a su corona”, afirmó Schwendimann. “Pero nunca lo conseguirá de forma hostil. Bernard Arnault tendría que convencer a Johann Rupert de forma amistosa.”
Arnault ha estado en una ofensiva de encanto recientemente, diciendo en enero que Rupert era un “líder excepcional” y que no quería “trastornar su estrategia”.
Y añadió: “Entiendo que quiera seguir siendo independiente. Eso me parece muy bueno. Si quiere apoyo para mantener su independencia, allí estaré”.
Richemont dio a conocer el mes pasado una reestructuración administrativa, promoviendo a Nicolas Bos, director de su marca de joyería Van Cleef & Arpels, como director ejecutivo del grupo.
Aun así, Rupert dijo que no iba a reducir su papel en la empresa que creó.
“No voy a dar un paso atrás, pero le pido a Nicolas que asuma parte de la línea directa de información”, dijo el hombre de 74 años el mes pasado.
Con información de Reuters
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