Destinar una partida presupuestaria en cada negocio para seguridad es una inversión ineludible ante el alto nivel delictivo que enfrentan los empresarios en México. La pregunta es: ¿adquirir y monitorear un sencillo CCTV que se conecta remotamente o contratar seguridad privada? La respuesta parece obvia, pero no lo es tanto cuando muchas empresas están batallando por estirar sus presupuestos asignados y sobrevivir a todos los retos financieros del México actual. Por una parte, están los sistemas de vigilancia “inteligentes”, los CCTVs actuales que se conectan a internet y que cada vez son más eficaces para analizar situaciones de riesgo potencial. Desafortunadamente, la delincuencia se ha vuelto tan “astuta” que quienes se dedican a robar empresas o negocios emplean todo tipo de técnicas para vulnerar estos equipos en cuestión de segundos, eliminando al instante cualquier pista para identificar a los hampones. Si bien instalar cámaras inteligentes al interior o exterior de un negocio no deja de ser una opción disuasiva para disminuir cualquier intento de robo, no es una alternativa suficiente para contener o evitar que se cometa un delito.  Por otro lado, existe la alternativa de contratar el servicio de seguridad privada de una empresa profesional que ofrece múltiples opciones de protección. Pongamos un ejemplo, en caso de que los delincuentes logren vulnerar las cámaras de videovigilancia, se instalan detectores de movimiento conectados a un C5 y alarmas sonoras para alertar sobre posibles intrusiones. Adicionalmente existe la posibilidad de instalar sistemas de humo para desorientar. Todo eso sin considerar que el servicio puede incluir guardias de seguridad altamente capacitadas para aplicar protocolos de reacción eficientes ante cada tipo de eventualidad que pueda ocurrir. En fin, se hace un traje a la medida de las necesidades de seguridad de la empresa y eso es mucho más completo y eficaz que solo comprar un CCTV y ponerlo a funcionar.  Elegir una opción u otra depende por una parte del presupuesto disponible, pero sobre todo del modelo de negocio establecido en tu empresa. Si tu modelo es sólido, debiera estar cimentado en pilares de protección profesionales para garantizar el éxito y continuación del mismo en el mediano y largo plazo.

 

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