La música acompaña a esta artista desde sus raíces. Originaria de Veracruz, un estado lleno de son jarocho, y de padres dedicados a construir instrumentos de cuerda frotada (contrabajo, el cello, la viola y el violín), Silvana Estrada encontró su lugar en la composición de canciones.

“Muy pronto generé un amor absoluto por la música, por la poesía, por el crear, por el arte. Primero quería estudiar clásico, luego quería estudiar jazz y al final acabé haciendo canciones, porque mientras todo mi mundo musical se desarrollaba, también se desarrollaba mi mundo literario y metafórico. Hubo un momento de fusión en el que la canción salió a flote. Y una vez que ese momento apareció en mi vida, nunca más se fue”, dice la cantante, ganadora de un Grammy Latino en 2022.

Para Silvana, el dedicarse a la música no fue una decisión que tomó como un juego.  “Cuando empecé a estudiar música en la universidad quizá me hice consciente de ‘ah, esto es lo que quiero hacer’, pero como lo hice siempre, todos los días, se volvió para mí, como comer o como tomar agua. Ahora que le dedico mucho tiempo y trabajo muy duro, y llevo ocho años trabajando, sí que lo noto. Pero antes todo era un juego y hasta la fecha, es un juego nomás”, cuenta.

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Cuando escribe canciones, explica, es casi musicalizar un poema, pues reconoce que habla de lo que le mueve, de lo que no entiende y busca entender, como el amor. “Creo que en el amor hay mucha incomprensión, hay mucho misterio en la manera en la que hemos construido los sentimientos, las experiencias, el motivo por el que vienes al mundo. En esa investigación de los sentimientos siempre entran el feminismo, la ecología, la empatía, el humanismo… Me interesa hacer música que den ganas de vivir mejor, de ser más feliz, de estar bien”, comenta.

La meta ambiciosa que se ha fijado Silvana es hacer música que sane al mundo. “Yo no sé si algún día lo voy a lograr, pero sí que me dan ganas de que la gente entienda que la vida es sagrada, de que el arte logre que la gente entienda que la vida no se puede dar por sentada, que deberíamos hacer un esfuerzo enorme por cuidar todas las vidas”, dice.

La meta ambiciosa que se ha fijado Silvana es hacer música que sane al mundo. “Yo no sé si algún día lo voy a lograr, pero sí que me dan ganas de que la gente entienda que la vida es sagrada, de que el arte logre que la gente entienda que la vida no se puede dar por sentada, que deberíamos hacer un esfuerzo enorme por cuidar todas las vidas”, dice.

Aunque el futuro lo ve haciendo música y más discos, así como giras, sacar su próximo álbum a finales de este año o al siguiente, también se ve viviendo bien, en la playa, y descansando. “Siempre he pensado que pase lo que pase no voy a abandonar la música, así como que nunca he abandonado la diversión o la risa o el amor que siento por las personas”, afirma.

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A las niñas y adolescentes les aconsejaría soñar y ejercitar la imaginación, “se dediquen a lo que se dediquen es muy importante soñar porque te da dirección y luchar por eso. Vivimos en un mundo en el que a las mujeres no nos dejan nada fácil, así que luchen, que sigan su instinto y que no tengan miedo a pelear”.

 

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