Cita con la alta relojería suiza
En el 2020, el SIHH cambiará de fecha pero no de filosofía y unirá su calendario a Baselworld para reforzar el liderazgo suizo en la industria.
El Salón de Alta Relojería de Ginebra (SIHH) ha cerrado un capítulo este año, marcado por el adiós de dos marcas emblemáticas, como son Audemars Piguet y Richard Mille, pero, sobre todo, por el anuncio de un cambio de calendario que reforzará el liderazgo suizo del sector, según explicó Fabienne Lupo, presidenta y directora de la Fundación de Alta Relojería que organiza el salón.
Las dos principales ferias de relojería y joyería del mundo unen esfuerzos y se celebrarán el año que viene, del 26 al 29 de abril en Ginebra (SIHH), y del 30 de abril al 5 de mayo en Basilea (Baselworld). En un principio, el pacto se ha suscrito para los próximos cuatro años. Aunque muchos se han sorprendido por lo que consideran como una decisión histórica, originalmente ambos salones eran consecutivos cuando, a principios de la década de los 90, el grupo Richemont creó el SIHH para que sus marcas pudiesen exponer sus lanzamientos en Ginebra, fuera de la gran cita de la industria en Basilea.
Este movimiento se produce después de que el grupo Swatch anunciase también que deja Baselworld, ya que considera que el modelo de una feria multitudinaria no se ajusta a sus necesidades. “Las ferias tradicionales ya no tienen sentido”, ha asegurado el ceo del grupo Swatch, Nick Hayek. En su despedida del Salón de Alta Relojería, Audemars Piguet ha presentado su más grande lanzamiento en los últimos 20 años: Code 11.59, que Forbes Life pudo conocer en exclusiva dos meses antes de su presentación en Ginebra.
Totalmente alejado de la estética y la filosofía del Royal Oak, el best seller de la manufactura de Le Brassus, ha sido el lanzamiento más comentado (y también el más polémico, especialmente en las redes sociales) en un salón que, en términos generales, ha apostado por lo contrario. Es decir, por la revisión de modelos clásicos antes que por la innovación o por modelos que marquen una ruptura con el ADN de las maisons relojeras tradicionales.