México cuenta con una amplia diversidad de pueblos que aunque no sean considerados mágicos cuentan con particularidades que los hacen únicos. Es el caso de Omitlán, en Hidalgo, donde sus calles y plazas son tan coloridas que es imposible no querer tomarte una foto en cada rincón.
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A diferencia de poblaciones tradicionales que mantienen un color unificado, en Omitlán de Juárez los colores juegan un papel importante ya que los encontrarás en todas las tonalidades posibles que varían de casa en casa, con murales que hacen referencia a su población, tradiciones y naturaleza.
La tentación de tomar fotografías se hace presente a cada paso que des gracias a su policromía que abarca 110.5 kilómetros cuadrados, y que hace un claro contraste con aquellos pueblos en Hidalgo que sí son considerados pueblos mágicos como Real del Monte, Huasca, Mineral del Chico, Tecozautla y Huichapan.
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En este pueblo encontrarás el rio Amajac y el arroyo de Salazar, ambos en excelentes condiciones que los mismos lugareños han buscado mantener impecables.
Pero uno de los puntos que no te puedes perder es el Callejón del Dicho, repleto de murales que y dichos que representan la esencia del pueblo, así como sus escaleras de mosaicos que en conjunto forman una serpiente.
En cuanto a gastronomía, dos platillos imperdibles son la sopa de manzana y el cahuiche en todas sus presentaciones.
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Omitlán de Juárez es una excelente opción para romper la monotonía con un pueblo lleno de colores que te permitirán tomar excelentes fotos instagrameables.
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