Inteligencia emocional, la otra inteligencia que se requiere ante más automatización
A medida que las nuevas tecnologías automatizan tareas, las empresas reconocen que las habilidades de Inteligencia Emocional, como la autoconciencia, la autogestión o la conciencia social, serán requisito clave para los próximos años.
A medida que las nuevas tecnologías automatizan tareas más tradicionales y rutinarias, los ejecutivos y empleados en las empresas reconocen que las habilidades de Inteligencia Emocional (IE), como la autoconciencia, la autogestión, la conciencia social y la gestión de relaciones, serán un requisito clave para el éxito en los próximos años, detalla un estudio de Capgemini.
Mientras la demanda de capacidades de IE aumentará seis veces en los próximos tres a cinco años, refiere, el reclutamiento y la capacitación en esta área no han podido adaptarse, resultando en la incapacidad de muchas compañías para obtener los beneficios que ofrece la IE en términos de satisfacción de los empleados, generación de ingresos, menor desgaste y reducción de costos.
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El informe “Inteligencia emocional: conjunto de habilidades esenciales para la era de la IA” del Instituto de Investigación Capgemini, detalla que a medida que la IA y la automatización se aceleran, la inteligencia emocional se está convirtiendo en una competencia imprescindible. Ante la automatización de las tareas más tradicionales y rutinarias, las organizaciones valoran más las habilidades de IE, desde la autoconciencia hasta la gestión de relaciones y comunicación.
“Cada uno de nosotros nace con cierta capacidad para trabajar con las matemáticas, pero si no tomamos los cursos en la escuela dedicados a enseñar materias como álgebra, tendremos poca capacidad para encontrar formas de manipular variables y ecuaciones por nosotros mismos. Del mismo modo, con la inteligencia emocional hay una cierta cantidad de enseñanza y tutoría que puede ser útil. Podemos adquirir conocimiento en el área para aumentar la efectividad con la que las personas aplican su inteligencia”, señala John Mayer, profesor de psicología de la Universidad de New Hampshire.
El análisis detalla que los empleados necesitan desarrollar habilidades de IE para poder adaptarse a roles más orientados al cliente/personas (76%) y asumir tareas que requieren capacidades de IE que no pueden ser automatizadas (también 76%) como empatía, influencia y trabajo en equipo. 61% de los ejecutivos encuestados mencionó que la inteligencia emocional se convertirá en una competencia “imprescindible” dentro de los próximos cinco años y 41% de los empleados sin funciones de supervisión comparten este punto de vista.
En general, 83% de las organizaciones señaló que una fuerza laboral emocionalmente muy inteligente será un prerrequisito para el éxito en los años siguientes. Nerviosismo entre los empleados por el impacto de la automatización y la IA en la relevancia de sus habilidades La proporción de empleados que creen que sus habilidades son o serán redundantes debido a la automatización y la inteligencia artificial, ha aumentado 10 por ciento en dos años. En general, el porcentaje de empleados que creen que sus habilidades son o serán redundantes en los próximos dos a tres años ha aumentado del 30% al 39%.