Nelson Mandela dijo alguna vez que el hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo. El temor a entrar al mundo de las inversiones es justamente una de las etapas que atraviesan muchos primerizos o primerizas en esta materia, pero el otro lado de la moneda es igualmente digno de atención: cuando el o la inversionista experimentado(a) trata de ganarle al mercado y comete errores que le pueden costar caros.

En +Dinero entrevistamos a Edgar Arenas, asesor de inversiones y autor del libro Invirtiendo y entendiendo para conocer más acerca de estos dos momentos claves en la vida de todo inversionista.

INVERSIONISTAS PRINCIPANTES

“El principal error en el que incurren muchos inversionistas cuando van empezando es que no saben para qué están invirtiendo, en México es común que las personas lo hagan por el simple hecho de obtener un rendimiento, pero ese es uno de los principales factores que llevan una inversión al fracaso:  ganar por ganar. Cuando tienes un objetivo, segmentas tus ahorros para un fin concreto y utilizas un instrumento de inversión para esa meta, todo se vuelve más sencillo”, indica.

¿Quieres invertir para después comprar un auto, para pagar tu boda, comprar una casa o para tu jubilación? Tener clara la meta hará mucho más fácil encontrar la institución, el tipo de asesor y el producto de inversión que se acople a esa finalidad.

Por otro lado, hay tres cosas que deben estar alineadas y que el inversionista principiante suele no considerar.

“Hay que tener claro tu perfil de inversión, el tipo de instrumentos en los que quieres invertir y tu tesis de inversión; cuando alineamos esos tres factores, el éxito de una inversión es inevitable”, señala Edgar Arenas.

¿Quieres saber qué perfiles existen y cuál es el tuyo? Echa un vistazo a: Burbujas económicas e inversiones: cuando todo revienta

Tu perfil de inversión indicará si estás dispuesto a correr riesgos, o no tanto, y a partir de ello se puede establecer un plan de acción. Por otra parte, la tesis de inversión debe ir preferentemente de la mano de un buen asesor, sobre todo si tu fuerte no son los temas relacionados con la economía. La falta de experiencia en esta área puede llevarte a desconocer cómo la situación actual afecta o beneficia el mercado, qué le produce a un bono o que repercusión tiene en una acción.

“La persona que te ayude con tu tesis de inversión debe de estar inscrita en el padrón de la Asociación Mexicana de Instrumentos Bursátiles y contar con la certificación que esta expide. La obtienen todas las personas que acreditaron un curso muy completo que les permite en primera instancia ser promotores de fondos de inversión; el segundo escalón es el promotor de valores, y el más alto es el asesor en estrategias de inversión. Este especialista será capaz de hablarte sobre el mercado y explicarte porqué te recomienda tal o cual instrumento de inversión y en qué proporciones”, asevera el autor del libro Invirtiendo y entendiendo.

Definitivamente te sugerimos echar un vistazo a: Los primeros pasos para una inversión

Otro error común de los principiantes es hacer del miedo su consejero . La mayoría de los inversionistas empiezan con poco o nulo conocimiento en instrumentos de inversión y es natural, pero eso justamente implica un compromiso de investigar e involucrarse.

“Es necesario dedicarle tiempo a tu dinero si quieres que le vaya bien”, señala Edgar Arenas.

INVERSIONISTAS EXPERIMENTADOS

Ahora bien, los inversionistas que ya han hecho camino al andar, tampoco están exentos de tomar acciones que los ponen en riesgo, veamos:

“Cuando llevas mucho tiempo en esto, sueles comenzar a buscar instrumentos que te aporten rendimientos más altos que los que el mercado te puede dar. El mercado se mide a través de índices que se vuelven nuestra referencia, por ejemplo, el Standard and Poor’s 500 (S&P 500). Para ganarle, el inversionista tendría que ser mucho más eficiente que las 500 empresas más grandes de Estados Unidos. Eso ameritaría mucho tiempo e inversión en logística, utilizar activos de inversión dobles o triples, es decir apalancados, y eso implica que la inversión se vuelva más volátil. Puede ser que esto le salga la primera vez, pero históricamente está demostrado que la mayoría de los inversionistas no pueden batir al índice de referencia contra el que se comparan”, explica el especialista.

Otro riesgo es que, en ese camino, el inversionista experimentado pierda mucho dinero y emplee estrategias que lo ayuden a “recuperarse”, dinámica que puede llegar a convertirse en una bola de nieve. En cierto sentido, eso se torna como una apuesta, de ahí que surja esa parte de ludopatía que tiene en común un inversionista y un jugador.

¿Sabías que, de hecho, la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) tiene una pestaña en su página web donde los inversionistas encuentran información sobre una especie de asociación para ludópatas? Y esto es porque el hecho de invertir fácilmente puede convertirse en una adicción. ¡Interesante!, ¿verdad?

El consejo de Edgar Arenas para los inversionistas que llegan a esta etapa es regresar a sus bases, apegarse a su filosofía, objetivos y horizonte de inversión. Desde su perspectiva, ningún inversionista debe perder de vista sus objetivos.

“El invertir es una curva de aprendizaje que nunca termina, no importa a qué edad quieras iniciar, muy joven o muy viejo. La gente más feliz en cualquier actividad es la que todos los días aprende algo nuevo y se sorprende con ello. En las inversiones pasa lo mismo”, finalizó.  

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