Tras el paso del huracán Otis, los tiempos compartidos en Acapulco y las personas que trabajan en este sector verán pérdidas millonarias que ascienden a unos 7.9 millones de pesos (mdp) por los huéspedes que no podrán recibir, así como por las ventas nuevas que no realizarán tras la destrucción que el fenómeno causó en el lugar, de acuerdo con empresarios del sector turismo.
Los tiempos compartidos son un esquema por el cual las personas adquieren el derecho a visitar regularmente una propiedad vacacional.
Se estima que el ciclón que en un tiempo extraordinario elevó su intensidad hasta categoría 5 dejó dañados 4,387 cuartos de tiempo compartido en 31 desarrollos.
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Con ello, se calcula que hasta el cierre de enero 2024, las rentas vacacionales en Acapulco ya no dejarán en el puerto una derrama de 6,100 millones de pesos, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos.
El huracán Otis, que golpeó el municipio de Acapulco el 25 de octubre pasado, destruyó la mayoría de la infraestructura hotelera de Acapulco, además de viviendas y comercios.
“En cuanto a las pérdidas que se van a dar por venta de productos de propiedad vacacional/tiempo compartido en Acapulco, estimamos que se perderán 90 millones de dólares (1,640 millones de pesos, aproximadamente)”, dijo la Asociación en un informe.
Añadió que a las pérdidas además hay que sumar lo que los bolsillos de los vendedores de rentas vacacionales dejarán de recibir -y que es su ingreso único porque ganan por comisiones- que será de aproximadamente unos 240 millones de pesos.
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