El ecosistema financiero ha evolucionado mucho en los últimos años y uno de los principales detonadores es la capacidad que ahora tienen los usuarios de compartir y poner a disposición de empresas e instituciones parte de su información para recibir productos o servicios financieros personalizados. 

Aunque en México se estima que hay más de 40 millones de personas que no están bancarizadas, la creciente demanda de servicios más accesibles y hechos a medida ha llevado a la aparición de conceptos como Open Banking, Open Finance y, en un sentido más amplio, Open Economy, los cuales han redefinido la forma en que las personas y las instituciones interactúan.

“Lo que están haciendo estos tres conceptos es que los usuarios y las instituciones puedan conectarse y conocerse entre sí de una manera más sencilla para que accedan a productos y amplifiquen sus soluciones, es decir, simplifiquen a través del uso de herramientas tecnológicas la toma de decisiones”, explica Elizabeth Moncada, head of Non-banking financial institutions de Círculo de Crédito, Sociedad de Información Crediticia (SIC), y líder del proyecto de Open data.

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La especialista señala que Open Banking es la práctica de permitir a terceros acceder a datos bancarios de los clientes a través de interfaces (APIs), esto ha hecho que los clientes puedan acceder a una amplia gama de servicios de diferentes proveedores, con productos más personalizados y un asesoramiento financiero basado en el historial de transacciones.

Lo anterior ha contribuido a la creación de aplicaciones y servicios donde los usuarios pueden ver todas sus cuentas bancarias en un solo lugar, facilitando su gestión financiera, así como aplicaciones que facilitan la transferencia de dinero entre cuentas bancarias y la realización de pagos desde una misma plataforma.

En el caso de Open Finance, su aporte y beneficios va un paso más allá del Open Banking al incluir una gama más amplia de datos como seguros, hipotecas y otros productos financieros. Su verdadero potencial radica en una disposición más amplia de productos y servicios.

“Por ejemplo, Open Finance ha abierto un mundo de posibilidades para varios competidores. Incluso es la base para el desarrollo de nuevos sectores como el fintech, el cual no ha dejado de crecer y actualmente hay más de 650 empresas en el país que emplean soluciones tecnológicas para mejorar e innovar servicios”, precisa la especialista de Círculo de Crédito.

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Al tener una visión completa de sus activos financieros, los consumidores pueden tomar decisiones más diversificadas, y con una mayor transparencia en los datos, se pueden obtener préstamos y financiamientos de forma más eficiente.

Aunque Open Banking y Open Finance revolucionan la industria financiera, el concepto de Open Economy contempla una mayor colaboración y apertura en otros sectores de la economía, generando mayor interoperabilidad y colaboración.

“Esto favorece los procesos de onboarding, ya que se puede extender el acceso de información con el que se cuenta para mejorar la experiencia y conversión de usuarios”, advierte Moncada.

Open Banking, Open Finance y Open Economy representan una evolución significativa en el mundo financiero. Si bien estos conceptos transforman la forma en que las instituciones y los clientes interactúan con la información, a medida en que surgen nuevos productos o evolucionan se requieren innovaciones en materia de seguridad y privacidad para garantizar un ecosistema seguro.

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