México se encuentra frente a la posibilidad de tener una presidenta por primera vez en su historia. Sin embargo, para Olimpia Coral, quien lucha por la justicia que la historia le adeuda a las mujeres, “aún nada está resuelto”.

Defensora de los espacios digitales libres de violencia para niñas y mujeres, Olimpia, hija de Josefina, nieta de Teresa, bisnieta de Olimpia, mexicana, serrana y creadora de la ley que orgullosamente lleva su nombre, celebra la llegada de una mujer a la silla presidencial, aquella que por 200 años ha sido ocupada por hombres.

En entrevista con Forbes México, Olimpia explica que históricamente han tenido que luchar para ser reconocidas y que ahora, el máximo cargo político en México se escribe con la terminación “a”, de presidenta.

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“Significa la llegada histórica de nosotras al poder, de las voces de las que por muchísimos años hemos querido llegar. Y hemos querido que se escuchen, pero eso tampoco significa que ya esté todo resuelto y que ya con esa llegada de una mujer haya representatividad de todas; tampoco significa que la llegada de una mujer vaya a cambiar la historia si se sigue pensando en masculino, si se sigue pensando desde las perspectivas de los hombres”, asegura Olimpia Coral.

“Un cuerpo de mujer no necesariamente significa conciencia de mujer”, añade.

No obstante, Olimpia celebra que por primera vez una voz femenina gritará: “mexicanos y mexicanas: viva México”, desde aquel balcón presidencial en donde sólo había hombres.

“Por supuesto que va a ser la fiesta continua de las mujeres, pero se va a quedar ahí si solamente lo vemos como una fiesta y no como una responsabilidad de que haya mujeres tomando decisiones”, afirma.

Olimpia Coral, Defensora de los espacios digitales libres de violencia para niñas y mujeres. Foto: ©Lizeth Arauz / XquendaFoto para Forbes México.
Olimpia Coral, Defensora de los espacios digitales libres de violencia para niñas y mujeres. Foto: ©Lizeth Arauz / XquendaFoto para Forbes México.

Hace años, Olimpia fue víctima de violencia sexual y de género a través de redes sociales. En aquel entonces, México y el mundo carecía de una jurisprudencia que pudiera castigar al hombre que, con toda saña, intentó destruir a una mujer desde la comodidad de su casa y tras una computadora con conexión a internet.

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Sin embargo, el hecho de que hoy la Ley Olimpia castigue a los y las violentadores sexuales digitales le tomó años de lucha a Coral contra un sistema judicial patriarcal, la estigmatización de una sociedad machista y los señalamientos de un país misógino.

“El Estado ya reconoció la violencia digital y ya tiene un castigo, ya le hablamos al sistema jurídico. Hoy hay procesos y hay una unidad especializada en derechos contra la intimidad sexual en América Latina y la tiene México y la Ciudad de México”, dice.

El camino no fue fácil, pero actualmente Olimpia Coral y millones de mujeres solemnizan los resultados que, con gritos, pintas, bailes y coreografías, con diamantina y sobre todo con empoderamiento, arrancaron al patriarcado. Y la lucha sigue y seguirá.

 

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