El Banco de México (Banxico) advirtió que si bien espera que el proceso desinflacionario en el país continúe, considerando la perspectiva de que los choques inflacionarios tarden más tiempo en disiparse, los pronósticos de inflación general y subyacente se ajustaron al alza para los siguientes seis trimestres.
Debido a lo anterior, el banco central estimó que la inflación general entrará al rango objetivo (3%, más/menos 1%) hasta el cuarto trimestre de 2024 y no en el tercer trimestre del año en curso, como lo tenía anteriormente previsto.
En su anuncio de política monetaria, el Banxico señaló que se prevé que la inflación de servicios presente un comportamiento más persistente respecto de lo anticipado previamente y se espera que la inflación general converja a la meta (3%) en el cuarto trimestre de 2025, y no en el segundo cuarto de ese año, como había calculado anteriormente.
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Indicó que estas previsiones están sujetas a riesgos, entre los que destaca la persistencia de la inflación subyacente (la que excluye precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos, y que permite tener una mejor perspectiva de la trayectoria de los precios en el mediano plazo).
Otros riesgos se relacionan con una depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada, afectaciones climáticas y el escalamiento de conflictos geopolíticos.
En este contexto, la Junta de Gobierno consideró que el balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.
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En el ámbito internacional, evaluó que en un entorno de mayor aversión al riesgo, los mercados financieros internacionales exhibieron volatilidad, las tasas de interés gubernamentales a nivel global presentaron aumentos generalizados y el dólar estadounidense se apreció.
Entre los riesgos globales, destacan el agravamiento de las tensiones geopolíticas, la prolongación de las presiones inflacionarias, condiciones financieras apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera.
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