Por Jordi Greenham* El Inadem (Instituto Nacional del Emprendedor) es un organismo público, parte de la Secretaría de Economía, que se creó en el 2013. Su objetivo es apoyar a los emprendedores y a las MiPymes (micro, pequeñas y medianas empresas) mexicanas, no solo en cuanto a conseguir financiamiento, sino que también ofrece asesorías jurídicas y capacitación a emprendedores para que logren llevar acabo sus proyectos de manera eficiente. Es una gran herramienta que tiene el país para mantener la economía en movimiento. Las MiPymes son empresas que tienen menos de 250 empleados y que no cuentan con tantos recursos como las grandes empresas. Las ventajas que tienen son muchas. El ser pequeñas, las hace mucho más flexibles por lo que su capacidad de reacción ante las crisis es mucho más rápida y se adaptan a los cambios con mayor facilidad. Además, crean mayor cercanía con los clientes, por lo que atienden mejor sus necesidades. Logran atacar nichos en el mercado de manera más eficiente que las grandes empresas. Para los empleados, ofrecen una relación más directa entre ellos, haciendo que se sientan mucho más implicados en lo que hacen. Las desventajas que tienen son básicamente lo complicado que les resulta el acceso al financiamiento. Y es ahí justo donde radica la importancia de organismos como Inadem. Con la nueva administración que entrará en rigor el 1 de diciembre, aunque aún no se ha formalizado nada, se piensa que el presupuesto de este organismo podría verse reducido. Esto conllevaría una serie de pérdidas y retrocesos para el país, que afectarían directamente a la economía. Varias de las empresas ya creadas dejarían de tener los recursos necesarios para seguir creciendo, y muchas MiPymes ni siquiera llegaran a ver la luz del sol. Desde que el Inadem existe, se ha visto que MiPymes han incrementado su valor y su tasa de supervivencia en el mercado, lo que impacta de manera positiva al crecimiento del país por varias razones. Para empezar, estas empresas representan más del 50% de empleos en el país. Estas nuevas empresas dan oportunidades a jóvenes de empezar su vida laboral. Esto no solo ayuda directamente a quienes obtienen ese trabajo, sino que también, a la larga, es una estrategia para lograr una mejor distribución de riquezas. Que la gente tenga empleo es básico para cualquier país, es lo que permite que la sociedad salga de la pobreza. El desempleo trae consigo, la seguridad y el desarrollo se ven afectados de manera negativa. Ningún país puede crecer sin antes garantizar que sus ciudadanos tengan trabajo que les permita vivir. Además, el tener sueldos justos marca positivamente la autoestima de los individuos, generando una sociedad más justa e incluyente. Otra gran ventaja de que se creen estas nuevas empresas, son las innovaciones que aportan al país, principalmente en cuanto a la tecnología. Esto no solo afecta a nivel económico, sino que muchas veces también hacen que la calidad de vida de todos sea mejor. Se crean servicios y productos necesarios que de otra manera no existirían, y que, además de calidad, dan estabilidad a la sociedad. La forma más directa en la que afectan a la economía del país es que las MiPymes constituyen aproximadamente el 20% del PIB (producto interno bruto) de México, según datos del Inegi. Que el PIB suba implica que el país está mejorando por que los ingresos per cápita crecen, lo que nos habla de la prosperidad en la vida de las personas, y de los avances científicos y tecnológicos que se pueden lograr Sin el Inadem, más del 90% de las MiPymes desaparecerían sin siquiera haber llegado a los 2 años. Es de vital importancia que el gobierno siga apoyando a los emprendedores mexicanos para mantener en crecimiento la economía del país. Estas empresas requieren de tiempo, apoyo para consolidarse y lograr verdaderamente ayudar al desarrollo que México necesita. *Fundador y CEO de Homie.mx   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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