Atendamos los datos y realidades detrás de ellos, aunque asumamos, como sostenían algunos filósofos alemanes premarxistas: “la realidad es irrepresentable”, por tanto, los datos serían solo pequeñas “representaciones”. Pero no es así, son elementos de reflexión y diagnóstico, acción y supervisión, útiles para el reconocimiento del mérito y la crítica ante la oportunidad pendiente.

El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) reveló  una disminución de la pobreza laboral de 1.9 puntos porcentuales al primer trimestre de este año, respecto al mismo periodo de 2023. Y aunque la tendencia ya venía a la baja desde 2016, fue en la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando se profundizó.

Este año, el 35.8 por ciento de la población en general estaba en condiciones de pobreza laboral, es decir, con imposibilidad de adquirir una canasta alimentaria mínima con sus ingresos laborales. El año pasado era el 37 por ciento, 38.5 a finales de 2022, 36.6 en 2020 previo a la pandemia de Covid, y 40.7 por ciento al terminar 2018.

En los casi seis años de gobierno, con una política económica enfocada en mejorar las condiciones de las y los trabajadores, en particular quienes están en los deciles más bajos, el avance ha sido de 4.9 puntos.

Parecería poco, aunque es el equivalente a más de 6 millones de personas que salieron de esa condición, lo cual se complementa con un aumento de 7.2 por ciento en el ingreso laboral real per cápita y un incremento en el número de personas ocupadas de aproximadamente 628 mil 800.

Mejorar las condiciones de vida y laborales no solo les beneficia a los directamente afectados, también impulsa el crecimiento económico y la estabilidad social.

Acceso a empleos dignos y salarios justos permiten invertir en educación, salud y otros aspectos del desarrollo personal y profesional, así como incrementar la demanda de bienes y servicios. El Indicador de Confianza del Consumidor se mantuvo en 47.3 unidades en abril, con un aumento de 3.1 en su comparación anual.

Desde la perspectiva macroeconómica, la reducción de la pobreza laboral conduce a una mayor estabilidad al haber una base impositiva más amplia que le permitirá al gobierno actual y al próximo generar más ingresos fiscales sin aumentar impuestos.

La desigualdad extrema es perjudicial para el crecimiento económico. Reducirla no solo es una cuestión de justicia social, también estrategia para mejorar la eficiencia y desarrollo.

Los datos muestran mejores condiciones para adquirir la canasta alimentaria, mientras la canasta de la confianza y estabilidad se fortalece.

Contacto:

Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

TW: @guerrerochipres

www.consejociudadanomx.org

Twitter: @elconsejomx

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