El intento del BBVA de hacerse con el Sabadell, dos bancos españoles presentes en América Latina, mediante una opa hostil tras ver rechazada su oferta amistosa, provocó este viernes una fuerte oposición tanto de la entidad objeto de compra como del gobierno español, sectores políticos y sindicatos, por sus consecuencias en la competencia y el empleo.
Aunque el Ejecutivo no puede impedir una oferta pública de adquisición (opa), sí puede vetar la fusión resultante, que en este caso crearía un gigante bancario no solo en España, sino en el conjunto de Europa.
Además de las repercusiones económicas, la intención del BBVA de comprar el Sabadell tiene también connotaciones en la esfera política, con una iniciativa parlamentaria para evitar ese gigante de 986,924 millones de euros, más de un billón de dólares.
El Gobierno español, una coalición de izquierda, teme una excesiva concentración bancaria y un impacto negativo en el empleo, como principales argumentos para vetar la fusión.
Tras el fallido intento amistoso del BBVA para absorber el Sabadell, cuya dirección lo rechazó al considerar que tiene más potencial en solitario, el banco de origen vasco lanzó una oferta a los accionistas de la entidad catalana.
El Ministerio de Economía está en contra “tanto en el fondo como en la forma”, pues conllevaría aún más concentración del sector en España, con el consiguiente impacto negativo tanto en el empleo como en la prestación de servicios financieros.
Y ello pese a que el Banco Central Europeo aboga por grandes competidores bancarios en el continente, incluso con fusiones transfronterizas.
En cambio, el presidente del BBVA, Carlos Torres, defiende que beneficia a los accionistas de las dos entidades y a la sociedad en su conjunto, pues un grupo más grande será capaz de obtener mayores resultados y con ello más crédito para familias y empresas y más impuestos para el país.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores, regulador de las bolsas en España, analizará una queja planteada por el Sabadell en torno a la información que el BBVA aportó sobre su opa.
El Sabadell señala que esa información vulnera la legislación sobre opas, con “datos incompletos que pueden afectar al mercado”.
Más contexto: BBVA intensifica su intento de adquirir Sabadell por 13,000 mdd con opa hostil
Opa de BBVA sobre Sabadell provoca rechazo por sus efectos en competencia y empleo
El partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya registró en el Congreso, Cámara baja del Parlamento español, una proposición no de ley que rechaza la operación.
Esta formación advierte de que, si la opa tiene éxito, en la región española de Cataluña el 80% de su población estará en manos de solo dos entidades.
Los independentistas catalanes recuerdan que la reestructuración bancaria en España desde 2008 ha reducido de 45 a 10 las principales entidades de crédito y las cinco más grandes concentran casi el 70% de los activos bancarios.
También critica que entre 2010 y 2019 el número de oficinas se redujo en un 40% y el de empleados del sector en un 30%.
UGT, uno de los principales sindicatos en España, alertó de que la operación “va a destruir empleo” y derivará en el “cierre de oficinas” y en una menor competencia, con una peor atención a los usuarios.
Las acciones del BBVA rebotaron con fuerza a mediodía hora local, algo más del 2%, en la bolsa española, después de desplomarse en la víspera, cuando anunció su opa hostil, mientras que el Sabadell, tras darse la vuelta, subía más del 1%.
En la víspera, BBVA perdió el 6.71%, el mayor descenso, mientras que el Sabadell ganó el 3.17%, el segundo mayor avance.
La entidad resultante sería el segundo banco nacional en España, tras el Santander, y el tercero de Europa.
El BBVA, con origen en 1857, está presente no sólo en España, sino en México, su principal mercado, en varios países de América del Sur y en Turquía (Garanti).
El Sabadell, nacido en 1881, tiene presencia en España, Reino Unido (TSB) y México.
Con información de EFE.
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